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Luego de 20 meses de rehabilitación, los trabajos en la Línea 12 del Metro continuarán. El director del Sistema de Transporte Colectivo (STC), Jorge Gaviño, dio a conocer que ahora se buscará modificar las curvas uno y dos para hacerlas rectas.

Explicó que estas curvas, que se ubican en la terminal Tláhuac, tienen un diámetro menor a 200 metros y no cuentan con peralte, lo que dificulta el paso de los trenes.

Gaviño afirmó que lo mejor sería que fueran rectas y no curvas; sin embargo, para ello es necesario comprar los predios contiguos a la terminal, lo que implicaría negociar con los ejidatarios.

“Lo ideal es que no sea curva, que sea recta, no lo tenemos recto porque no tenemos los terrenos. ¿Qué vamos a hacer?, tenemos que adecuar en algún momento las curvas, para hacerlas más amables”, declaró.

El director del Metro precisó que ambas curvas se utilizaban para el retorno de los trenes y por el momento esta maniobra se realiza unos metros antes.

Dijo que en caso de no lograr la compra de los predios se deberá modificar la vía y el peralte para el adecuado paso de los convoyes; para ello la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) tendrá que realizar un proyecto ejecutivo.

Gaviño Ambriz explicó que sería necesario reperfilar los rieles, además de cambiar durmientes y balasto. Apuntó que una vez listo el proyecto, las obras tendrían una duración de alrededor de cuatro meses.

“Lo ideal es tener los terrenos para hacerla recta, pero si no es posible esto tenemos que cambiar los peraltes y la geometría de la vía”, agregó.

Trenes. En entrevista en el Museo de la Ciudad, el titular del STC informó que tras la apertura total de la Línea 12 este domingo, la afluencia de usuarios comienza a aumentar y se espera que para febrero de 2016 se llegue a movilizar hasta 500 mil personas.

Detalló que aunque hasta el momento sólo han sido modificados 12 de los 30 trenes, se está brindando el servicio con todas las unidades. Se tiene programado que el reperfilado de las ruedas en todos los convoyes concluya en marzo del próximo año.

Cuestionado sobre si el uso de los convoyes que no han sido reperfilados generaría un mal funcionamiento de las vías —problema que motivó el cierre de 11 de las 20 estaciones—, afirmó que sólo implicará un mayor desgaste en las ruedas de los trenes, lo cual de cualquier modo deberá atenderse.

“Vamos a tener más desgaste en las ruedas de los trenes, pero finalmente se tienen que reperfilar. La vía es especial, tiene una dureza muchísimo mayor que la anterior, los durmientes son más anchos, más adecuados para un peso de esa magnitud, el balasto es un balasto especial de alta dureza y lo que estamos logrando en este sentido es tener la geometría adecuada cuando se reperfilan los trenes”, aseguró.

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