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Entre construcciones en zonas de alto riesgo y otras con documentos apócrifos, como la de un estacionamiento en la avenida Javier Barros Sierra 320, vecinos dicen que Santa Fe se convierte en un área donde “la ley sale sobrando”.

A los deslaves que provocaron una polémica sobre la edificación de condominios como el Vista del Campo y una vivienda más —en lo alto de una colina—, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) sumó otro caso para cuestionar el crecimiento inmobiliario de Santa Fe, al revelar un presunto certificado de uso de suelo apócrifo para “rasurar” parte de la barranca Río Becerra Tepecuache, donde se pretende alzar un estacionamiento de tres niveles.

Integrantes de la Asociación de Colonos de Santa Fe (ACSF) denunciaron desde el pasado 23 de octubre que en el predio de Barros Sierra 320 se había removido la superficie vegetal y un representante de la obra mostró un supuesto certificado de uso de suelo que amparaba los trabajos.

“Se buscó en los registros de esta secretaría y al no localizarse, se presume que se trata de un documento apócrifo”, informó la Seduvi y añadió que ni el número ni la cuenta predial del documento existen. Itziar de Luisa, presidenta de la ACSF, llamó al gobierno capitalino a encontrar al responsable de la falsificación.

“El propietario del predio tiene que responder, pues él estaba llevando a cabo la obra”, añadió y solicitó rehabilitar los terrenos afectados para que vuelvan a su estado original, pues la barranca es un área de valor ambiental desde 2007 y no puede tener cambios de uso de suelo.

“Hay un abuso muy importante en Santa Fe de parte de propietarios y de autoridades”, sostuvo De Luisa.

Tras la movilización vecinal, la Secretaría de Medio Ambiente suspendió las obras el pasado 28 de octubre y Seduvi indicó que inició acciones legales contra quienes resulten responsables por la comisión de delitos “como falsificación de documento oficial y lo que resulte”.

El documento tiene fecha del 13 de octubre de 2015, “pero es contrario a todo el Plan Parcial de Desarrollo Urbano en Santa Fe, a la Ley Ambiental, y todavía la delegación Álvaro Obregón nos dijo que no pasaba nada, porque sólo renivelaban el terreno”, recordó Óscar Moreno, de la ACSF.

“Es como una bomba de tiempo”. En el caso de los deslaves que motivaron la evacuación de tres torres en el condominio Vista del Campo, la percepción de riesgo se ha difundido entre otros habitantes.

Liliana Rojas, vecina de Santa Fe, dudó de acudir a una fiesta pues era en dicha zona residencial. “Mis vecinos me dijeron que no fuera, pero decidí que sí, siento que es como una bomba de tiempo, vi todos los derrumbes y pienso que todo se va a venir abajo”.

“No es la primera vez, el año pasado se cayó una fábrica, se deslavó con todo y autos, pienso que hay muchas construcciones en Santa Fe hechas con poca supervisión”, señaló.

Itziar de Luisa dijo que ni su organización ni la mayoría de vecinos del condominio Vista del Campo pretenden demandar al Gobierno del DF por el deslave en Santa Fe, pero comentó que sí requiere denunciar a quien resulte responsable para que haya alguien que cubra los daños.

En tanto, el vecino Juan Rivero reiteró que sí denunciará al GDF y a quien resulte responsable. Agregó que él presentará su denuncia a la espera de que otros residentes se sumen.

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