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fanny.ruiz@eluniversal.com.mx
Los automovilistas que ya conocen la complejidad de la calle Álamos, en la delegación Magdalena Contreras, circulan a baja velocidad. Quienes son primerizos avanzan a velocidad regular y caen en los baches que abundan a su paso.
Durante un recorrido por la colonia San Nicolás Totolapan, este diario pudo constatar que existen vialidades —como Soledad, Tabaqueros, Tepetates, Álamos, entre otras— con decenas de baches que dificultan el tránsito vehicular.
Alrededor de 80% de la calle Álamos, por ejemplo, se encuentra en mal estado a causa de los baches.
Colonos aseguran que urge un reencarpetado, pues el andar es difícil hasta para los peatones.
A decir de los vecinos de la zona, hace un par de meses “arreglaron” el camino: “vinieron albañiles a quitar las piedras (la calle está empedrada) y las volvieron a poner, se tardaron semanas, creímos que ahora sí quedaría bien pero, no vimos ningún cambio, quedó igual de fea e intransitable que antes”.
En temporada de lluvias el andar se complica aún más, pues el agua llena los huecos y los tapa y los conductores pasan sobre ellos, causando daños a sus vehículos. Al ser una vialidad inclinada, el agua de lluvia corre como río haciendo más grandes los baches.
“Esta calle lleva años así, han entrado y salido gobernantes que nos prometieron mejorarla y esto sigue igual. Las calles en lugar de mejorar, están empeorando”, aseveraron.
Reiteraron que los servidores públicos de la delegación entran y salen y no atienden sus reportes, dejando a la colonia en el olvido.
Mencionaron que además de baches y falta de reencarpetado, la calle Álamos necesita luminarias.
“Reporté la falta de iluminación en la delegación y me dijeron que tenía que juntar firmas para que vinieran a cambiar o reparar la lámpara que no servía. Pero una vez escuché que tenían un programa de adoptar una luminaria, se trataba de reportar si una lámpara fallaba, y ahora me salen con que necesito juntar firmas”, explica una vecina, quien prefiere omitir su nombre.
Agrega que en las zonas más oscuras de la calle han ocurrido asaltos, por lo cual ya se sienten en el abandono y están resignados a que los gobernantes les hagan promesas que no les van a cumplir.
