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Para reducir los atropellamientos de ciclistas, la directora de Cultura y Uso de la Bicicleta de la Secretaría de Medio Ambiente capitalina (Sedema), Ruth Meza Junco, sugirió a pedalistas inscribirse en escuelas donde les enseñen medidas de prevención y cómo hacer un recorrido más seguro.
“Cada vez vemos más personas en bicicleta en las calles y en mi opinión, acudir a escuelas que enseñen a hacer recorridos de forma segura es un factor que contribuye a disminuir los accidentes”, comentó.
La Sedema cuenta con diversas biciescuelas que ofrecen atención gratuita a todas las personas.
“Se les enseña cómo dar vuelta, cómo usar correctamente los frenos, cómo rebasar y otras técnicas que hacen que un ciclista conduzca de manera segura, respetando a los peatones”, dijo la funcionaria en entrevista con EL UNIVERSAL.
Además proporcionan cursos para hacer una ruta más segura, sin necesidad de pasar por vías rápidas y peligrosas como Periférico.
“Nosotros tenemos la biciescuela infantil en Pantitlán y su objetivo principal es fomentar el uso seguro y responsable de la bicicleta (...) nos interesa difundir la cultura de la bicicleta desde pequeños”, agregó Meza Junco.
Recorrido sobre dos ruedas. A bordo de sus bicicletas, hombres y mujeres circulan por calles de la delegación Cuauhtémoc sin protección, como casco o rodilleras. Al pasar cerca de un peatón suenan sus campanas; con sus manos, algunos avisan a los conductores que van a dar vuelta.
En un recorrido por cruceros considerados peligrosos para ciclistas, este diario constató que pocos respetan la normatividad: detectó vehículos que ignoran los altos, invaden pasos peatonales y las ciclovías; ciclistas que conducen en sentido contrario o avanzan entre los autos.
En Paseo de la Reforma algunos automovilistas invaden el carril confinado a la ciclovía. Otros van “pisando los talones” a los ciclistas que circulan frente a ellos. Unos más no ceden el paso a quienes van sobre dos ruedas.
Algunos ciclistas tampoco miden el riesgo, como el joven que mientras anda en bici va hablando por teléfono.
En la calle de Tampico, en dirección a Puebla, un ciclista avanza en contrasentido, esquivando los automotores.
También circula un hombre de unos 50 años, quien torea a los autos para cruzar Reforma.
Omar, ciclista de 26 años, se detiene un momento y dice desconocer que las calles de la delegación Cuauhtémoc son peligrosas. Opina que el riesgo se debe “a la falta de cultura vial y a la intolerancia de los conductores”.