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El regreso de miles de vacacionistas que aprovecharon este fin de semana largo para descansar, agudizó el tráfico en todo el sur de la ciudad, familias enteras tardaron hasta tres horas sólo para cruzar el Viaducto Tlalpan, Periférico, avenida Insurgentes y llegar a sus domicilios lo que provocó molestias entre los automovilistas.
En la México-Cuernavaca desde las 8:00 horas de ayer, se habilitaron las siete casetas de cobro y solo una de salida del Distrito Federal, el ingreso fue normal, según Caminos y Puentes Federales (Capufe), por esta caseta ingresaron después del mediodía, hasta 55 autos por minuto, y apenas 10 que salían de DF, por lo que el tráfico en ese punto no se salió de control.
Sin embargo, metros más adelante, justo en la intersección de Viaducto Tlalpan y Periférico, donde desde hace más de cinco meses inició la construcción de un segundo piso, el tráfico desquició a más de uno, sólo en ese trayecto de aproximadamente cinco kilómetros, los vehículos iban a vuelta de rueda y a pesar de la presencia de elementos de vialidad, en este cuello de botella nada se podía hacer.
Los más afectados fueron los niños, adultos de la tercera edad e incluso las mascotas que tuvieron que soportar el clima que a las 14:00 horas rozaba los 30 grados centígrados, “es increíble esto, las autoridades en este país no prevén nada, no hacen nada bien, lógico que se iba a hacer este tráfico, pero porque no habilitar una avenida más o dejar de trabajar en estas fechas para que no pasáramos por esto.
“Ahora según nos fuimos a relajar y a despejarnos del tráfico y el ajetreo diario, pero con estas dos horas que llevamos aquí todo el descanso termino y regresó el estrés sólo en este tramo, no me quiero imaginar como esta Tlalpan y Churubusco que es a donde vamos, fácil nos hacemos otras dos horas hasta la casa”, explicó molesto Francisco Patiño quien con su familia y el perro, visitaron Cuernavaca.
En la zona se desplegó un operativo importante de parte de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) que con agentes de vialidad, trataron de minimizar las molestias a los conductores, sin embargo, aunque se les pedían vías alternas los uniformados les explicaban a los vacacionistas, que el caos vial alcanzaba varios kilómetros.
“La fila está hasta casi llegando al Metro General Anaya sobre Tlalpan, ahí hay otro cuello de botella por la obra que están haciendo en Churubusco. Entonces le tratamos de decir a los conductores que tengan paciencia, no hay otro camino todo el que vaya a Tlalpan, Periférico o Insurgentes va a sufrir un poquito, pero eso ya no esta en nuestras manos, ahí si no podemos hacer nada”, explicó en oficial Martínez que trataba de contener los claxonazos que se agudizaban.
En la zona se registraron dos contados de bronca entre conductores y tres choques por alcance sin consecuencia, todos se querían ganar el paso por lo que no respetaban el espacio permitido entre vehículo y vehículo, “tenemos que estarlos calmando, sabemos que todos ya quieren llegar a casa pero los conductores deben estar conscientes que así es esto y que si se pelean o chocan más van a complicar todo”, continúo el uniformado.
Con relación a los choques, no hubo necesidad de que alguna autoridad interviniera, con la finalidad de llegar a tiempo a casa y no atorar más el tráfico, los responsables se quedaban con sus golpes, “lo que quiero es salirme, luego veo lo del golpe”, dijo un joven de 23 años quien rozó su camioneta con un camión de transporte, sin embargo, no quiso más líos y se retiró.