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fanny.ruiz@eluniversal.com.mx
Desde las alturas, la zona del desgajamiento en Santa Fe se observa desolada. En el área de riesgo del Fraccionamiento Vista del Campo no se percibe ninguna medida de contención ante un futuro siniestro en la zona.
A las faldas de la montaña se visualiza un cúmulo de escombros que no han sido retirados por las autoridades. Son los restos de dos anteriores deslaves ocurridos el 27 de octubre y 2 de noviembre pasados.
Los rayos del sol mantienen seca la tierra café del cerro y no se detecta ninguna medida de seguridad, utilizada en otros sitios con riesgo de desgajamiento, como plásticos que evitan que la tierra se moje por la lluvia o mallas que contienen el desplazamiento de material.
Al sobrevolar la colonia Santa Fe, en la delegación Cuajimalpa, EL UNIVERSAL detectó una zona montañosa y boscosa en la que resaltan edificios de gran altura. A ras de piso es difícil observar la complejidad de la zona, pero desde el aire se logran ver detalles.
El residencial situado en el cruce de Luis Barragán y avenida Tamaulipas, por ejemplo, fue construido sobre un talud de tierra rodeado por vegetación. De un lado se ven edificios al borde de una montaña y del otro lado se ven vialidades transitadas.
Si se observa de frente, el complejo habitacional parece formar parte de la estructura de una ciudad; pero en su parte trasera no hay más que una barranca y vacío.
Los inmuebles de color blanco se perciben frágiles sobre un bloque de tierra amorfo. Parecen estar muy cerca de las orillas, en donde habitan los árboles.
Al vacío o barranca la rodean inmuebles lujosos que parecen rascacielos. Son estas construcciones enormes y otras de menor tamaño las que ayudan a mantener oculta la complejidad y peligros de la región.
Esta estructura no sólo la presenta el complejo residencial que recientemente fue afectado por deslizamientos de material en días pasados, por doquier se visualizan cerros de diversos tamaños que alojan ostentosas edificaciones.
Desde el cielo, Santa Fe parece una región escalonada, unas partes son más altas que otras. Sus calles no son lineales, sino curvas que suben a lo más alto de la demarcación.
Quizás, por la frecuencia de desgajamientos o por las características de la tierra misma, las personas no se asentaron a la mitad de los cerros [como en otras colonias], sino hasta arriba, olvidando que los peligros también llegan a los bordes de las barrancas.
Por las características de la colonia Santa Fe, llena de montañas y precipicios, pareciera que su territorio fue forzado para introducir inmuebles de gran tamaño y complejos habitacionales. Construyeron al borde de riscos, sin comprender las características de la región, y hoy la naturaleza emite una advertencia sobre los riesgos existentes.
Esta zona de Santa Fe se vio afectada con dos deslaves. El primero ocurrió el 27 de octubre, autoridades reportaron un deslizamiento de 6 mil metros cúbicos de material en un talud.
Aquella ocasión no hubo lesionados, pero la tierra y piedras que se desprendieron del cerro dañaron a 15 vehículos que se encontraban en el lugar.
Como medida de prevención, personal de la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal realizó la evacuación de cuatro habitantes de una vivienda localizada en el número 111 de la calle Cerrada de Altavista, ya que se localiza en la parte alta del sitio.
De acuerdo con la dependencia capitalina, el fraccionamiento contiguo no estaba dentro de los parámetros de riesgo, dado que no había grietas de tensión que significara alerta inminente.
Personal de Protección Civil siguió monitoreando el comportamiento de dichos cuerpos, ante la posibilidad de que se siguiera deslizando el material.
El 2 de noviembre ocurrió lo que temían: un nuevo deslave afectó la región de Santa Fe.
Elementos de Protección Civil y del Heroico Cuerpo de Bomberos del DF se movilizaron al cruce de Luis Barragán y avenida Tamaulipas, para atender un deslave ocurrido por la noche.
Durante horas, el área permaneció acordonada por personal de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), mientras los servicios de emergencia corroboraron que no hubiera personas lesionadas.
Luego de un recorrido por el lugar del derrumbe, la policía confirmó que no hubo heridos qué lamentar.
Durante este segundo desgajamiento se deslizó un aproximado de 200 metros cúbicos de una parte del costado del patio de una vivienda.