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metropoli@eluniversal.com.mx
Lo que parecía ser una toma de protesta constitucional tranquila por parte de los 16 jefes delegacionales ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) se convirtió en un cuadrilátero legislativo donde prevalecieron los insultos, las amenazas y la presentación de pancartas que evidenciaron no sólo la confrontación entre el PRD y Morena, sino también entre los grupos internos de obradoristas.
Todo estaba preparado para que cinco legisladores locales de Morena pasaran al frente del recinto y mostraran una serie de pancartas con imágenes de los delegados perredistas (Dione Anguiano, Víctor Hugo Lobo, Valentín Maldonado, por mencionar algunos) que tomarían protesta y cuyas leyendas versaban: “delincuentes electorales”.
Lo que no previeron es que lo llevaron minutos después de que el diputado perredista, Raúl Flores, anticipara que habría muestras de inconformidad: “Es lamentable que algunos liderazgos no entiendan que la contienda electoral llegó a su fin y encuentren una salida fácil al hecho de no haber podido concretar sus planes en difamaciones y mentiras”.
Y precisamente al terminar esta idea, los jefes delegacionales de Tlalpan, Claudia Sheinbaum; de Azcapotzalco, Pablo Moctezuma; Cuauhtémoc, Ricardo Monreal; de Tláhuac, Rigoberto Salgado, y de Xochimilco, Avelino Méndez, abandonaran el recinto de Donceles.
Lo hicieron sólo por unos segundos, se quedaron en el pasillo frente al salón Luis Donaldo Colosio, mientras Flores García acusaba desde tribuna que “no han tenido empacho en presionar y agredir, lo mismo al Ejecutivo local que a las autoridades electorales y a los órganos jurisdiccionales, haciendo de la presión y la amenaza la cotidianidad, dejando de lado la democracia”.
Afuera, César Cravioto, líder de la bancada de Morena, argumentaba que la salida de los delegados obedecía a una sola razón: “El PRD no tiene vergüenza, cómo mandan al que operó el fraude electoral… Escuchar al cínico, ¿para qué’”.
Mientras los delegados de Tlalpan, Tláhuac y Xochimilco aseguraban que es una falta de respeto cuando se viene a una protesta que es un acto republicano. “No a escuchar a brabucones de cantina”, expresó Rigoberto Salgado.
Cuando en la ALDF se escuchó “El PRD es la mayor fuerza política de la ciudad y lo seguirá siendo, pues sus causas y lucha son vigentes”.
Nervioso por tratar de calmar los ánimos, el presidente de la Mesa Directiva, Luciano Jimeno Huanosta, pedía respeto y compostura al recinto.
Las pancartas provocaron malestar entre los jefes delegacionales de Cuauhtémoc y Tlalpan, Ricardo Monreal Ávila y Claudia Sheinbaum, respectivamente. Se acercaron con César Cravioto para cuestionarle esta acción.
Los perredistas también manotearon, principalmente Mauricio Toledo, Leonel Luna y Elizabeth Mateos. El diputado del Verde Ecologista Fernando Zárate demandó a los delegados cortar el cordón umbilical con sus jefes políticos. Y frente a los 59 diputados con los que arrancó la sesión, los jefes delegacionales tomaron protesta para el periodo 2015-2018.