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Aunque autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informaron que el viernes pasado un hombre asesinó a su familia y después se quitó la vida por problemas financieros, quienes conocieron a los residentes de la casa número uno de la privada residencial localizada en el número 181 de la avenida San Jerónimo, en la colonia Loreto y Campamento, delegación Álvaro Obregón, nunca notaron conflictos por falta de dinero, afirman.
Nadie percibió problemas económicos ni señales de violencia entre el hombre de 41 años y su esposa de 39; parecían felices y aparentaban ser unos padres amorosos con sus hijas de 7, 9 y 11 años de edad.
“Se veían tranquilos, parecía que se llevaban bien”, comenta uno de sus conocidos, quien prefiere no proporcionar su nombre. Las personas que tuvieron oportunidad de convivir con los integrantes de la familia, describen al señor como una buena persona y a la señora como una mujer tranquila y amigable.
Ambos eran amables y la acción que tomó el jefe de familia causó sorpresa a conocidos, amigos y empleados del complejo residencial, ya que “todo lo veíamos normal”.
Mencionan que jamás los escucharon decir que no tenían dinero, tampoco supieron que se retrasaran en el pago de la colegiatura del colegio de sus hijas, ni tenían conocimiento de que tuvieran alguna deuda.
A la madre de las tres pequeñas la recuerdan como una mujer solidaria, pues cada que tenía oportunidad regalaban la ropa de ella y sus hijas, al igual que objetos que ya no usaban.
“Todo lo veíamos normal, esto nos tomó por sorpresa”, expresaron atónitos algunos empleados de la privada residencial donde vivía la familia.
Personal de la Procuraduría capitalina mencionó que continúan las investigaciones en torno a este multihomicidio. Indicaron que la averiguación previa se inició por el delito de homicidio y aunque se habla de un suicidio, por parte del responsable, la indagatoria permanece abierta.
Ayer, la PGJDF informó que en la casa de avenida San Jerónimo fueron encontrados los cuerpos sin vida de tres niñas de 7, 9 y 11 años de edad, una mujer de 39 años y un hombre de 41 años. Explicó que el hombre dejó un recado póstumo en el que explicó, en tres hojas, que tomó esa decisión debido a los graves problemas económicos por los que atravesaba.
Los cuerpos de las menores y la madre fueron encontradas asfixiadas en una de las recámaras de la vivienda, mientras que el cuerpo del hombre fue hallado en el jardín con un disparo en la cabeza y cerca de su mano se encontró un arma de fuego, con la que presuntamente se disparó.