Más Información
metropoli@eluniversal.com.mx
Profesores de secundaria y preparatoria recibieron un reconocimiento por parte del Instituto de Asistencia y Prevención de las Adicciones (IAPA) por apoyar a los estudiantes en la lucha contra las adicciones.
Con el proyecto Maestro ConSentido se reconoció a 277 profesores de 56 escuelas de nivel secundaria y medio superior por generar un ambiente de confianza entre sus alumnos y también por fungir como factor de alejamiento de los jóvenes con las drogas.
De acuerdo con el titular del Instituto de Asistencia y Prevención de las Adicciones, Rafael Camacho Solís, el promedio de edad para el inicio en el consumo de drogas es a los 12.6 años, es decir, entre jóvenes que terminan la primaria y se encuentran por iniciar la secundaria.
Entre las razones más comunes para consumir estas sustancias tóxicas están el no tener con quien hablar, no sentir confianza con la gente y la desintegración familiar.
Camacho Solís sostuvo que además del hogar, los jóvenes ven la escuela como un espacio no sólo académico sino para desarrollarse como personas y ven en algunos profesores una figura de confianza.
Por ello, el Instituto de Asistencia y Prevención de las Adicciones aplicó una encuesta en tres etapas, la primera a 802 estudiantes de dos secundarias ubicadas en la delegación Iztapalapa; la segunda a mil 226 alumnos de cinco bachilleratos en la demarcación Xochimilco y la tercera a 6 mil 668 estudiantes de 49 escuelas diurnas y para trabajadores.
En total se encuestaron a 8 mil 696 alumnos de 56 escuelas los cuales eligieron a 277 Maestros ConSentidos. El 57% fueron mujeres y 43% hombres.
Las asignaturas a las que pertenecen son ciencias, que incluyen física, química y biología; matemáticas, inglés y español.
Entre las razones que los alumnos mejor valoraron están: da confianza como persona y como profesor por sus conocimientos, genera respeto, resuelve conflictos, sabe escuchar y da consejos.
Para el director del Instituto de Asistencia y Prevención de las Adicciones, Rafael Camacho, los espacios educativos no sólo sirven a aspectos académicos sino que aportan confianza, forman mejores ciudadanos, enseñan valores, formas de vida sana sin violencia y libres del consumo de drogas.
