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Una motoneta con dos hombres a bordo se aproximó hasta el domicilio de Francisco y, sin detenerse, uno de los tripulantes disparó en al menos dos ocasiones contra el hombre.
Francisco de la Torre Villaseñor cayó herido a unos pasos de su casa, en la colonia Santa María la Ribera, mientras el vehículo de los agresores tomó mayor velocidad para alejarse del lugar sin que nadie les impidiera escapar.
Mientras familiares y vecinos se preguntaban lo que había pasado, el hombre yacía inerte sobre la banqueta con el rostro ensangrentado.
Eran alrededor de las 08:00 horas cuando Torre Villaseñor salió de su domicilio ubicado en la calle Enrique González Martínez y caminaba hacia su vehículo para ir a trabajar cuando fue sorprendido.
El hombre, de 43 años, recibió dos disparos en la cara y quedó tendido frente al número 212-A, a los pies de un árbol.
La madre de Francisco fue la encargada de identificarlo ante las autoridades; su hijo falleció de manera instantánea apenas a unos pasos de la habitación donde la mujer descansaba.
No vieron a nadie. Vecinos que se encontraban en la calle sólo alcanzaron a escuchar los balazos, pero no pudieron observar a los responsables.
Dos veladoras se encendieron a un costado del cadáver, cubierto con una sábana blanca. Detrás del cordón amarillo que puso la policía, el grupo de familiares sollozaba. La mochila que portaba la víctima fue hallada a un costado del cuerpo; el hombre poseía todas sus pertenencias, por lo que se descartó el asalto como móvil del crimen.
