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A un año y ocho meses de un operativo de retiro de comerciantes en vía pública situados en torno al cruce de Universidad y Miguel Ángel de Quevedo, en la delegación Coyoacán, la mayoría ya regresó.
En febrero del año pasado, unos 100 comerciantes fueron retirados de las calles que conforman dicha intersección; sin embargo, con el paso del tiempo, los vendedores regresaron e incluso una parte se instaló con nuevos puestos metálicos para conformar una especie de corredor.
“Algunos pudimos regresar, con esa condición de tener estos puestos”, dijo uno de los comerciantes al referirse a los nuevos modelos de mobiliario y asegurar que —de esa forma— el gobierno delegacional les autorizó reinstalarse.
En un recorrido, EL UNIVERSAL contabilizó un total de 68 puestos ubicados sobre dichas vialidades, tanto del lado de la delegación Coyoacán, como en Álvaro Obregón.
Del total, 63 espacios corresponden a la venta de diversos artículos como alimentos, dulces, accesorios para celular, ropa, bisutería, entre otros, mientras que cinco son de venta de revistas y periódicos que de hecho no fueron retirados en el operativo de febrero de 2014.
Sin embargo, de los primeros 63 puestos de comercio en vía pública, 26 son muebles de metal nuevos y el resto son puestos semifijos o fijos, pero que no corresponden al modelo más reciente de mobiliario.
“Dejaron regresar a algunos, no a todos, algunos no tienen (puesto de metal), pero ya sabes, dan la mordida”, añadió el vendedor y comentó que otros no habían adquirido el mobiliario por temor a ser retirados con la apertura del centro comercial Oasis Coyoacán, lo cual no ocurrió.
En algunos puntos, se observó que los locales complican el paso peatonal, pues abarcan la mayor parte de la banqueta sobre Universidad en dirección a Río Churubusco, algunos se extienden con refrigeradores, estacionan autos sobre la vialidad o dificultan el paso a un acceso del Metro.
Los comerciantes argumentaron que de sus ventas dependen sus familias, mientras que vecinos consultados cuestionaron la generación de basura y complicación de la movilidad en las aceras, sobre todo ahora con la apertura de la plaza comercial, planteó Marina Escobedo, de la colonia Fortín Chimalistac, quien pidió su reubicación.
