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La directora del Nuevo Modelo de Movilidad del Gobierno del Distrito Federal, Laura Ballesteros, afirmó que ante la apertura de la plaza comercial Oasis Coyoacán se deberá hacer un estudio para determinar el impacto en el tránsito que causó este establecimiento en el cruce de las avenidas Universidad y Miguel Ángel de Quevedo que, de por sí, es conflictivo.
“Hay que empezar a generar un estudio de vialidades ya con el funcionamiento de la plaza”, comentó la funcionaria en breve entrevista, luego de recordar que la Secretaría de Movilidad ha hecho operativos recientes de reordenamiento del transporte público en dicha intersección.
“La Secretaría de Movilidad está emprendiendo operativos desde hace varias semanas contra el transporte pirata y contra quienes no cumplen con las normas”, dijo Ballesteros.
EL UNIVERSAL informó la semana pasada que la apertura del centro comercial se realizó muy cerca de un punto donde los embotellamientos son habituales debido al alto aforo de automóviles y la confluencia de al menos cuatro rutas de autobuses y taxis, que ocupan las laterales de las vialidades.
Laura Ballesteros recalcó que existe un problema de fondo en la ciudad de México, pues debe cambiarse la visión para reducir el número de cajones de estacionamiento que deben tener las nuevas edificaciones.
“No podemos seguir atrayendo viajes a las zonas ya conflictivas por temas de tránsito, hay un reto en la ciudad, que la norma de estacionamientos se transforme porque, entre más (cajones de) estacionamiento se permita a través de vivienda u obras, se va a atraer aún más tránsito”, señaló la
ex diputada local.
Tan sólo en el caso del centro comercial Oasis se construyeron tres sótanos con capacidad de 2 mil 300 cajones para aparcar.
Toman medidas. Luego de informar que los vehículos de los visitantes a la plaza comercial Oasis se estacionaban de forma irregular, ya fuera en doble fila o en un área exclusiva para el turibús, frente al inmueble, personal de seguridad privada del lugar tomó medidas al respecto.
En un recorrido se observó que al menos un integrante de la seguridad del centro comercial pedía —a todos los conductores que ocupaban la lateral— dejar libre el espacio, lo cual era acatado por la mayoría.
“Es que este carril es para que se estacione el autobús”, comentó uno de los guardias de seguridad.
EL UNIVERSAL informó el miércoles que debido a la apertura de la plaza, un día antes, también aumentó la afluencia de peatones que cruzaban Miguel Ángel de Quevedo a la altura del acceso principal del conjunto de tiendas, sin que hubiera algún señalamiento para reducir la velocidad y evitar atropellamientos.
Estaría bien que pusieran un semáforo, propuso un joven universitario que acudía a conocer el centro comercial, ante el riesgo que enfrentan los peatones, principalmente.
Ayer se constató que fue pintado un “paso de cebra” o paso peatonal en el arroyo vehicular. “Lo pintó el personal de mantenimiento de la plaza”, dijo el guardia de seguridad consultado.
