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Elementos de la Policía de Investigación adscritos en la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Trata de Personas rescataron a 41 hombres, seis adolescentes y dos menores de edad, quienes eran explotados laboralmente por los administradores de dos centros de rehabilitación en la delegación Iztapalapa, las víctimas acudieron para atender un problema de drogadicción y terminaron limpiando puercos y haciendo trabajos de albañilería hasta por 14 horas seguidas y sin sueldo alguno.
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informó que en uno de los inmuebles ubicado en la calzada Ignacio Zaragoza, colonia Santa Martha Acatitla, elementos de la Policía de Investigación, detuvieron a quienes dijeron responder a los nombres de Juan “N”, quien según la investigación ordenaba castigos a los internos; José “N”, era un interno encargado de medicina y aplicaba los castigos ordenados; Ricardo “N”, imponía el tipo de sanciones; Alan “N”, vigilante del patio y Carlos “N”, encargado, también aplicaba castigos.
Asimismo, en otro predio ubicado en avenida Las Lajas, colonia Citlali, los investigadores liberaron a dos afectados y detuvieron a Marco Antonio Ramírez Yáñez, quien también era el encargado de aplicar los castigos en contra de los internos, que incluso, pagaban entre 700 y 800 pesos semanales para rehabilitarse de los problemas de drogas y alcohol que presentaban.
La solicitud de la medida cautelar fue concedida por el Juez 22 Penal, con sede en el Reclusorio Preventivo Oriente, con el propósito de que el Ministerio Público encontrara indicios relacionados con declaraciones de un denunciante, quien señaló que en mayo de 2015 fue anexado y desde su ingreso recibió malos tratos. En aquella ocasión la víctima detalló que lo sometían a realizar diversos trabajos en contra de su voluntad y si no accedía recibía diversos castigos.
Esta información fue confirmada por los liberados al referir que al entrar a los centros de rehabilitación les prometían buena alimentación, atención médica, sicológica y les ayudarían a combatir sus adicciones, incluso les hablaron de actividades deportivas y visitas de sus parientes.
Sin embargo, los inculpados inmediatamente los amarraban de manos y pies, los dejaban en el piso por varios días y sólo los desataban para ir al baño. Posteriormente, mediante la violencia física y amenazas de hacerles daño eran sometidos a realizar trabajos forzados de albañilería, plomería y jardinería, así como al aseo de puercos que tenían en criaderos.
Los familiares de los afectados no tenían contacto con ellos, además debían entregar una despensa y realizar pagos de 700 a 800 pesos semanales para la atención de los anexados. Tras ser valorados médica y sicológicamente las víctimas fueron diagnosticadas en estado de vulnerabilidad, por lo que una vez integrado los elementos de prueba al expediente, la Procuraduría capitalina ejerció acción penal contra los imputados ante el impartidor de Justicia del Reclusorio Preventivo Sur, como probables responsables del delito de trata de personas en su modalidad de trabajos forzados.
Además de la explotación laboral y las vejaciones de las cuales eran objeto las 49 personas rescatadas por la Procuraduría capitalina, estos también sufrían el abandono y el olvido de sus familiares, quienes los recluyeron y se olvidaron de ellos en los dos supuestos centros de rehabilitación, según se detalla en el expediente del caso.
Al momento de ser consultados por la autoridad, familiares de los rescatados dijeron no tener conocimiento de los hechos, argumentando que tenían pocos meses en el lugar, tiempo en el que, según los encargados de los centros de rehabilitación, “los enfermos” dirían una serie de mentiras con tal de que los sacaran.
