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“Mejor pan, mejor café, mejor leche”, era el lema del desaparecido restaurante Súper Leche. Ahora, a treinta años del terremoto de 1985 y rodeado de su esposa, nietos e hijos, el señor Víctor Manuel recuerda anécdotas de su famoso establecimiento.
Ese lugar ubicado en San Juan de Letrán, dejó miles de recuerdos de familias mexicanas que minutos antes del sismo esperaban ansiosas a que el lugar abriera como cada mañana.
Fernández recuerda que el ex presidente Díaz Ordaz le mandaba a su motociclista para que comprara conchas con nata, que eran sus favoritas.
“Se abría a las siete de la mañana y se cerraba hasta las dos de la madrugada, en Súper Leche cabían 440 personas, cada año llegaban las ‘Marabuntas’, eran 200 muchachas provenientes de Chihuahua que venían a desayunar a mi restaurante y todas se sentaban en donde cupieran”, rememora Víctor Manuel en entrevista.
Los momentos especiales e importantes en su negocio están presentes, pero no pueden apartarse de 1985.
El señor Víctor Manuel cuenta que en el momento de la tragedia él estaba corriendo en el Lago de Chapultepec y no se percató de la magnitud del sismo, puesto que la zona donde estaba no sufrió daños.
“Recuerdo que un señor me dijo: ‘¿Ve como se está moviendo el agua del lago?’ Ahí fue cuando pensé en mi mamá, puesto que ella se ponía muy nerviosa con los temblores, me salí de ahí y me dirigí hacia mi negocio, al llegar me encontré con un conocido en el camino y recuerdo perfectamente que me dijo: ‘prepárate porque no queda nada’, pero yo no tenía completa consciencia de lo que había pasado”.
Al momento en que llegó a San Juan de Letrán, donde estaba su negocio hacía más de 40 años y trabajaban 97 empleados, su estado de ánimo se colapsó: su familia y su patrimonio estaban sepultados. Los nervios y la desesperación lo invadieron; en ese estado no podía hablar.
Entre tanta destrucción, Víctor recuerda al periodista que intervino para que no entrera al edificio de Súper Leche.
“Jacobo Zabludovsky me abrazó, se veía delgado pero él tenía mucha fuerza y no me dejó mover, por más que le decía que me soltara, no lo hizo”, dice agradecido.
Después del terremoto, los dos viajaron a España para contar su experiencia en el programa llamado Los Elegidos.