metropoli@eluniversal.com.mx
Durante casi dos días, Édgar “N” fue el principal sospechoso de la agresión que sufrió su novia, una adolescente encontrada con golpes y con huellas de abuso sexual en la barranca Jalalpa, en Álvaro Obregón, el pasado 3 de septiembre.
Días después cuando encontraron el cadáver del muchacho cerca del sitio donde fue hallada la menor, los encargados del caso descubrieron que la línea de investigación era equivocada.
El error fue más grave aún porque desde el día que encontraron a Jennifer “N”, de 13 años, dijo a los policías que la auxiliaron que estaba con su novio cuando sintió un fuerte golpe en la cabeza.
Les pidió que lo buscaran “arriba”, refiriéndose a otro punto del caudal de aguas negras en la colonia La Mexicana.
“Los policías no le hicieron caso, ella les alcanzó a decir que a su novio también le habían pegado, ella tenía la credencial de elector de Édgar y se las dio, pero no le hicieron caso”, dijo a EL UNIVERSAL Érika, hermana de Édgar.
Jennifer no pudo declarar más. Fue internada en el Hospital Pediátrico de Coyoacán, donde está en coma. Su reporte médico es reservado: tiene inflamado el cerebro, fracturas de clavícula, costillas, pie y fue sometida a una operación de pulmón. Aún no se ha descartado que la joven haya sido víctima de una agresión sexual.
Los familiares de Édgar no creyeron que él hubiera atacado a Jennifer. El viernes, su hermana Érika fue a la Agencia del Ministerio Público y preguntó si se había hecho la búsqueda de Édgar. Le respondieron que no.
El sábado por la mañana pidió ayuda a los vecinos de la zona. Con ella a la cabeza, descendieron a la zona de barrancas y aproximadamente a las 13:00 horas, encontraron su cuerpo.
“Estaba como a unos 50 metros del lugar donde encontraron a Jennifer. Yo encontré a mi hermano, yo me metí al agua y llegué hasta donde estaba su cuerpo”, relató.
Para los familiares de Édgar, quien trabajaba en un tianguis, y de Jennifer, quien estudia secundaria, no está claro el motivo del ataque. Consideran poco probable un robo, pues no tenían dinero.
“Creemos que las personas que los atacaron golpearon a mi hermano y lo arrojaron a la barranca y después atacaron sexualmente a Jennifer y la lanzaron creyendo que había muerto”, dijo Érika.