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Tan sólo en lo que abarca La Lagunilla y Tepito se contabilizan 47 puestos de venta ilegal de cerveza y bebidas alcohólicas a la que asisten, en su mayoría, menores de edad y que a partir de las tres de la tarde estos lugares se convierten en focos de inseguridad y drogadicción.
Durante un recorrido por el Tianguis La Lagunilla, se observó que en por lo menos cada 10 metros de distancia se ubican puntos de venta de alcohol. Hay de todo y sin ninguna restricción para prohibir la venta a menores de edad.
El jefe delegacional electo de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila, denunció que estos puestos se ubican al amparo y cobijo de las autoridades policiales y de la demarcación.
Advirtió que es un problema que data desde la administración de los ex delegados Agustín Torres hasta la de Alejandro Fernández Ramírez.
Frente a esta situación, Monreal anunció que hoy será interpuesta una denuncia penal ante la Procuraduría capitalina (PGJDF) en contra de inspectores, del director y subdirector de Vía Pública, Fernando Mancera Ortega y Jorge Soria Pérez, respectivamente, éste último presuntamente sobrino de José Luis Muñoz Soria.
Ambos, agregó el delegado electo, han permitido la instalación y venta de cerveza a cambio de extorsiones y sobornos que van desde los 300 o 500 pesos a policías y líderes de comerciantes.
Durante el recorrido se comprobó la presencia de elementos de la policía, los cuales se hacen de la vista gorda para sancionar a aquellas personas que toman en la vía pública, situación que está contemplada en la ley de Cultura Cívica.
Monreal también adelantó que en esta semana buscará al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, para pedirle ponga orden a esta situación e impida que a partir del próximo fin de semana ya no se permita la instalación de ninguna chelería ilegal.
“Hay una amplia red de corrupción protegida desde la delegación o desde el gobierno central porque la policía pareciera que los vigila y las camionetas de la delegación de mercados y vía pública están enfrente recibiendo el dinero de la extorsión y la corrupción”, aseguró el obradorista.
Por lo menos en un pasillo del Tianguis de la Lagunilla, 10 de las 20 personas que se encontraban en el puesto consumiendo bebidas alcohólicas eran menores de edad.
Este tipo de puestos está prohibido en mercados y tianguis de la capital del país, sin embargo de acuerdo con denuncias vecinales, hay “charoleros” que permiten la colocación de estos puestos de venta a cambio de 300 pesos si se paga por un espacio grande; si es chico el monto es de 150 pesos.
Además, el dueño del puesto tiene la obligación de pagar 50 pesos para el dirigente y otros 100 pesos para el vigilante.
mvl
