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Desde hace 18 meses la avenida Presidente Masaryk no se veía tan transitada como ahora. Cientos de personas de diferentes edades se dieron cita en la colonia Polanco para ser parte de la reapertura de uno de los corredores comerciales más importantes de la ciudad.
Familias con carriolas y perros de todas las razas recorrieron los estands en donde los negocios de la zona promovieron sus productos, con el objetivo de lograr la reactivación comercial de una de las avenidas que pretende ser de las 20 mejores a nivel mundial.
Conciertos, desfiles de moda y degustaciones gastronómicas fueron los eventos principales.
Para la inauguración, personajes como Marilyn Monroe, Michael Jackson, Madonna, Lady Gaga y Pitbull desfilaron sobre avenida Masaryk invitando a bailar a los paseantes, quienes poco a poco se unieron a la celebración.
La sorpresa fueron paseantes de la tercera edad que a la mitad de la avenida se integraron al grupo y bailaron al ritmo de Lady Gaga y LMFAO.
“Estamos emocionados, ya hacía falta ver gente paseando, aprovechando y disfrutando el espacio que estamos estrenando”, dijo Gonzalo Duret.
Las cafeterías y extensiones de restaurantes que se colocaron en aceras y sobre la calle lucieron llenos, incluso había filas de hasta 30 personas que esperaban un lugar para poder comer.
Bocadillos, café, vino y cerveza era lo más consumido por familias que aprovechaban las bancas de madera recién instaladas para hacer sobremesa mientras los niños corrían o rodaban en bicicletas y patines.
De acuerdo con algunos asistentes, la remodelación “regresó la vida a Masaryk”, ya que en los últimos meses a causa de las obras la afluencia de visitantes y compradores había decaído, dejando pérdidas económicas a restaurantes, cafeterías, boutiques y joyerías.
“La apertura de Masaryk era un tema muy esperado para quienes vivimos en Polanco, pasaron muchos meses y muchas controversias que no dejaban claro cuándo la veríamos así, como una avenida a la altura de las mejores en el mundo”, dijo Matías Márquez.
Entre Masaryk y Alfredo Musset se hacían tumultos de padres y niños, todos esperaban reventar las burbujas gigantes con las que una cafetería promocionaba sus productos. “Está esa imagen que extrañábamos, la de los vecinos disfrutando su colonia”, comentó Gonzálo Duret.
