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Ecatepec, Méx.— Silencio. Paso a paso. Sin hablar. Solidarios con la pena de la familia de Rubén Espinosa Becerril, fotoperiodista asesinado el fin de semana pasado en la colonia Narvarte, en el Distrito Federal, reporteros, corresponsales, fotógrafos y camarógrafos de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) marcharon por la explanada de Ecatepec la medianoche del miércoles.
Durante su recorrido por la plaza principal del municipio más poblado del país, un grupo de 100 comunicadores nacionales, estatales, regionales y locales cargaron un féretro, 50 cruces, flores y veladoras en memoria de los periodistas que han perdido la vida en el país en los últimos cinco lustros.
También, portaron fotografías del fotoperiodista de la agencia Cuartoscuro y de la revista Proceso para rendirle un homenaje. Dos vueltas le dieron a la explanada de Ecatepec en señal de duelo por su homicidio y el de las cuatro mujeres ocurrido hace una semana.
Saúl López Escorcia, fotoperiodista de Cuartoscuro y compañero de Rubén Espinosa, recordó que salió de Veracruz por el miedo que sintió debido al acoso que sufrió por su trabajo periodístico.
“Una de sus últimas coberturas en Veracruz fue documentar el asesinato de estudiantes de la Universidad Veracruzana en un domicilio particular, en días consecuentes comenzó a sentir el asedio de individuos que lo seguían a su domicilio, fue por eso que por seguridad decidió trasladarse a la ciudad de México, expresando que se sentía contento de saber que aquí las condiciones laborales para los comunicadores eran las mejores del país”, contó.
“Rubén, emocionado, creyó haber obtenido un proyecto profesional de vida alejado del hostigamiento que decía sentir. Pero su sueño se vio truncado mes y medio después, cuando junto a cuatro mujeres fue asesinado”, lamentó.
Saúl López externó lo que sintieron los seres queridos de Rubén y sus amigos cuando le dieron el último adiós en el panteón donde fue enterrado.
“El cuerpo te tiembla. Se te seca la boca y se siente un vacío en el estómago ver que los familiares de Rubén le lloraban recostados en el ataúd de madera, es ahí cuando te preguntas: ¿Es el costo de la libertad?, ¿es el costo de ejercer un periodismo cercano a la gente y crítico?”, expresó.
Los comunicadores de la ZMVM exigieron al gobierno federal que se esclarezcan los 88 homicidios de periodistas que se han registrado en México desde 2000 a la fecha.
Denunciaron que hasta ahora ni uno sólo de esos casos se ha resuelto y que las investigaciones no son convincentes para encontrar a los responsables de esas muertes y conocer sus causas.
“No queremos que las familias de los periodistas derramen una sola lágrima más por otra muerte, queremos garantías para realizar la función que nos toca hacer, que es la de informar a la sociedad sin peligro alguno”, dijo otro de los asistentes.