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Al ser captados por las cámaras de videovigilancia de una sucursal bancaria, dos individuos fueron arrestados y puestos a disposición del Ministerio Público correspondiente por colocar trampas en cajeros automáticos.

La noche de ayer, Raymundo “N”, de 24 años de edad, y Bryan “N”, de 27 años, ingresaron al cajero Banorte situado en la Plaza Legaria, en Lago Gran Oso, colonia Pensil Norte, delegación Miguel Hidalgo. Aparentemente, los jóvenes realizaban una transacción.

Momentos después, ingresó un hombre de 28 años, quien intentó retirar dos mil 500 pesos. Sin embargo, sólo obtuvo su recibo y tarjeta bancaria.

Sin perder tiempo reportó la falla al banco. Cerca de las 23:00 horas personal de seguridad privada de la institución se presentó al lugar para revisar qué pasó con el efectivo.

Tras verificar el cajero, encontraron dos objetos que impiden la salida del dinero, a los que llamaron trampas que son utilizadas para robar posteriormente el efectivo.

Las autoridades procedieron a revisar los videos captados por las cámaras y corroboraron que los sujetos que entraron primero fueron los que pusieron las trampas.

Al descubrir a los responsables se le ordenó a la seguridad de Plaza Legaria que no permitiera la salida de un auto tipo Polo, color gris, con placas de circulación LWG-5570 del Estado de México.

Tras la acción emprendida, Raymundo y Bryan fueron arrestados y presentados ante las autoridades por la maniobra en dicho cajero.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Víctor Hugo Ramos, jefe del Estado Mayor Policial de la SSPDF, dijo que el modus operandi de este delito consiste en que uno o dos sujetos se introducen al cajero, fingiendo ser usuarios, y colocan una especie de regleta metálica o de cartón con pegamento en el distribuidor de efectivo.

Posteriormente, esperan a que llegue algún usuario y retire su dinero, pero al momento que salen los billetes estos quedan atrapados al interior.

Debido a que el sistema del banco da por hecho que el dinero fue entregado, Ramos sugirió a los cuentahabientes reportar el hecho a la sucursal y pedir ayuda a la policía.

Estos sujetos, agregó, se quedan cerca del banco, ven que dos o tres personas hagan un retiro y después sacan todo el dinero acumulado.

Ramos recordó que el año pasado desarticularon a cinco grupos de venezolanos que se dedicaban a ese ilícito, “este año ya no teníamos ningún caso porque, de alguna manera, se erradicó a raíz de estos detenidos; sin embargo, ayer se presentaron estos sujetos y fueron asegurados”.

De acuerdo con el jefe del Estado Mayor Policial, los delincuentes eligen determinados bancos para colocar las trampas, ya que esto sólo se puede hacer en ciertos cajeros.

“Los delincuentes saben en qué cajeros sí, los bancos han cambiado de cajeros en los que no se puede colocar trampas”, dijo.

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