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metropoli@eluniversal.com.mx
En silencio, una pareja de ancianos acomoda cartón sobre cartón la que esta noche será su cama.
Son dos indigentes que desde hace meses viven entre los huecos ubicados en el edificio de una sucursal bancaria de la calle Iturbide y Reforma.
No hablan con extraños, tampoco mucho entre ellos, su edad podría calcularse arriba de los 70 años.
Por las mañanas, antes de que el sol toque su cama, se levantan, y guardan sus cobijas y cartones para evitar que la lluvia vespertina los moje. Se van, cada quien por su lado a recolectar la mayor cantidad de botellas de PET y otro tipo de basura que venden y con eso se mantienen.
De acuerdo con el censo más reciente Tu también cuentas , realizado por el Instituto de Asistencia e Integración Social (IASIS) en 2012, en la ciudad de México hay alrededor de cuatro mil personas que viven en la indigencia, 52% del total se ubican en las delegaciones Cuauhtémoc y Venustiano Carranza.
En el caso de la colonia Centro, en la Cuautémoc, se pueden observar que tres de cada 10 sin hogar utilizan la zona para dormir y subsistir.
Los alrededores del Centro Cultural José Martí, la Plaza de la Solidaridad, Plaza Ciudadela, Eje Central Lázaro Cárdenas, avenida Balderas, avenida Juárez, y otros 20 lugares más son los refugios de las personas en situación de calle, de acuerdo con un recorrido realizado por EL UNIVERSAL.
Datos del censo antes mencionado indican que el mayor número de indigentes oscilan entre 18 y 30 años de edad; sin embargo, cada vez se ven en la zona personas de la tercera edad y niños que buscan un cartón o un periódico para dormir y cubrirse del frío. Afuera y dentro de las estaciones del metro estas personas se acurrucan para pasar una noche más en la calle. A diferencia de los mendigos, los indigentes de la ciudad no piden dinero a las demás personas; es más, hasta evitan el contacto con las mismas.
Familias enteras viven al amparo de la mendicidad o de la recolección de basura. Algunas duermen afuera de oficinas de gobierno, bancos y de los hoteles de lujo de la capital del país. Utilizan cartón, periódico, trapos sucios y cobijas lodosas para cubrirse del frío y de la lluvia.
Cuando tienen, comen; cuando no, hay los solventes, les ayudan a engañar a las tripas y a olvidar el dolor y la fatiga que les causa no tener alimento en la estómago.
La calle Artículo 123 es una zona conocida porque ahí existe un grupo de jóvenes y niños que la han tomado como su hogar. Ciudadanos se han quejado de estos muchachos, a quienes acusan de drogarse y tener sexo en la calle frente al que pasa.
“No podemos pasar a gusto, todos los días están los jóvenes aquí, eso no es la molestia, pero a veces están defecando y hasta teniendo sexo”, comentó Miguel Ulises, vecino.
El IASIS documenta como causas de la indigencia la violencia intrafamiliar, problemas económicos, migración, extravíos y las enfermedades mentales, entre otras.