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Desde las 10:00 horas las inmediaciones del Metro Insurgentes comenzaron a llenarse de cientos de personas que aguardaban para participar en la 37 Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero, Transexual, Travesti e Intersexual (LGBTTTI).
En las calles aledañas se observaban cientos de arcoíris que envolvían a la multitud, mientras que los comerciantes llegaban con bolsas repletas de banderas y otros productos multicolores para vender.
El Ángel de la Independencia comenzó a llenarse; poco a poco la avenida Paseo de la Reforma se llenaba de personajes coloridos de todas las edades. Se veía a un hombre desnudo, a una Paulina Rubio de la tercera edad, una pareja de esposos, princesas, quinceañeras, gatúbelas, vaqueros y personajes de caricatura. Todos celebrando su identidad y reclamando que ésta sea reconocida.
Con el lema “Nuestra ciudad, orgullosa de sus identidades diversas” y una participación de 16 mil personas —de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública del DF—, a las 12:30 horas arrancó la marcha hacia la Plaza de la Constitución.
Patricia Ayala, integrante de la organización Familias por la Diversidad Sexual A.C., acudió desde muy temprano a la marcha en apoyo a su hijo y comentó que juntos han tenido que enfrentar la discriminación desde el círculo familiar: “Yo amo a mi hijo y lo apoyo”, dijo.
Por primera vez la marcha estuvo encabezada por los contingentes de personas transgénero y transexuales, quienes en noviembre pasado lograron el reconocimiento a la identidad de género.
Como cada año, los carros alegóricos también se hicieron presentes, y uno de ellos fue el de la Red de Madres Lesbianas en México.
“Nos reunimos para que nuestros hijos e hijas convivan entre ellos y vean que su familia es igual a las otras”, explica Luisa.
Durante la marcha se hizo presente un grupo de anarquistas que gritaban la consigna: “No queremos inclusión, queremos la Revolución”. En tanto, otro grupo de estudiantes de la UNAM realizó el pase de lista de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.
Finalmente, luego de tres horas y media de camino, en punto de las 16:00 horas el primer contingente arribó a la plancha del Zócalo, donde se realizó un pequeño mitin exigiendo respeto e igualdad a los derechos de la comunidad LGBTTTI.
Preparándose para la fiesta. “Marina” comenzó a arreglarse desde las siete de la mañana para asistir a la marcha, que algunos clasifican como un carnaval. Es licenciado, deportista y travesti.
Un vestido negro y estola emplumada roja la adornan, pero son los tacones altos, el caminar balanceado y la cabellera rubia lo que hace que la volteen a ver y le pidan una foto.
“Sí, mi amor”, responde a todos los que le piden una selfie. “Estás increíble, guapísima”, le dicen.