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La Autoridad del Espacio Público (AEP) informó que serán colocados 26 reductores de velocidad a lo largo de la avenida Masaryk, como parte de las serie de obras de rehabilitación en esta vialidad ubicada en la delegación Miguel Hidalgo.
A su vez, detalló que se sustituirán los bolardos —poste o estructura de pequeña altura— en las intersecciones de la vialidad para que sean notorios al caminar. Aclaró que dicha modificación no implicará un costo extra, pues la empresa constructora del rescate de la vialidad cubrirá los gastos.
Sobre los reductores de velocidad en el arroyo vehicular, la AEP expuso que se colocarán “en atención a sugerencias de vecinos y de organizaciones civiles, y para cumplir con la normatividad vigente, además de garantizar una vialidad de tránsito regulado, con el propósito de disminuir riesgos de colisiones en la zona”.
Los reductores están fabricados con un polímero resistente que absorbe el ruido, además contarán con elementos reflejantes para distinguirlos a distancia y serán ubicados estratégicamente para permitir la circulación de bicicletas.
La avenida Masaryk mide 3.1 kilómetros de longitud, los cuales fueron intervenidos en los pasados meses para renovar arroyo vehicular, banquetas y otros elementos viales.
Para este remozamiento se realizó una inversión pública-privada de 480 millones de pesos. Las obras iniciaron en enero de 2014 y se había estimado que duraran 18 meses.
“Sin cargo extra”. En relación a los bolardos situados en las intersecciones de Masaryk, la AEP aclaró que la sustitución de dichas estructuras no tendrán un costo adicional.
“La AEP solicitó a la empresa constructora realizar los ajustes necesarios, sin que ello implique costos adicionales, toda vez que correrán a cargo de la empresa responsable del proyecto integral”, detalló el organismo.
Agregó que los bolardos que sean retirados se reutilizarán en algunos trabajos para los tramos de Mariano Escobedo a Arquímedes, y de Molière a Ferrocarril de Cuenavaca.
Esta sustitución de bolardos en las esquinas responde a una recomendación que elaboró el Consejo Promotor para la Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad del DIF.
Este consejo señaló que los bolardos, al ser del mismo color que los pisos de granito, son poco perceptibles. Asimismo, la baja altura de estos elementos viales dificulta que las personas con debilidad visual o ceguera puedan ubicarlos mediante un bastón guía.
Se prevé que los nuevos elementos para delimitar la banqueta del arroyo vehicular cuenten con una mayor altura y tengan un color que contraste con el piso de granito blanco colocado como parte del rescate de la vialidad, resaltó la AEP.