Hace casi dos meses, el 12 de junio, Jenifer Monserrat Mendoza Escobar , de 18 años, se fue de su casa, en la colonia San Diego Ocoyoacac, de la delegación Miguel Hidalgo . Desde ese momento su familia no ha vuelto a saber de ella y temen que escapó con un santero, quien ha enfrentado cuatro demandas por situaciones similares.
El día de su desaparición, Jeni se encontraba desayunando con su abuela. A la muchacha le faltaban 15 días para terminar el bachillerato y tenía planeado seguir estudiando. Quería aprender programación de computadoras.
De acuerdo con un texto de la periodista Lydiette Carrión , para El Gráfico , a la muchacha "también le gustaba la santería, tanto que unas dos semanas antes había contactado a Ernesto, un joven de 24 años que era experto en esos temas".
Alrededor de las 10:30 horas, la muchacha se fue, presuntamente con rumbo al mercado de su comunidad para comprar guayabas. Llevaba pantalón de mezclilla azul claro, blusa rosa, tenis negros. Ella tiene el pelo lacio, es alta (de un metro 70), de complexión regular, con cara aniñada todavía y tiene un lunar sobre el labio.
Cabe destacar que, de acuerdo con información de El Gráfico, la chica llevaba poco dinero, apenas para comprar fruta.
Debido a que Jenifer no regresaba a su hogar, en su casa intentaron comunicarse con ella. El celular de la adolescente sólo servía para conectarse a redes sociales y Whatsapp , pero ningún mensaje le llegaba.
Los padres salieron para buscar a su hija. "Buscaron a las amigas de la escuela, preguntaron a la hermana menor; nadie sabía nada. Contactaron entonces a un investigador privado".
El investigador indicó que Ernesto, el santero, había sido visto cerca de la casa de Jeni el día de la desapareción. "Indagó un poco más y concluyó que Jeni se habría ido en compañía de aquél. Pero Ernesto era un hombre casado y, según lo que halló el investigador, ya había sido demandado en cuatro ocasiones por situaciones similares: sacar a jovencitas de sus casas".
Óscar Mendoza, padre de la desaparecida, precisa que el problema es que Ernesto"no la ha dejado comunicarse ni nada. No la hemos encontrado. Tampoco la volvimos a ver. Yo creo que no le permite comunicarse, porque si no, ya lo hubiera hecho". Desde que se fue, Jeni no se ha conectado a su cuenta de Facebook , ni al WhatsApp, ni a nada, explica.
La familia de la joven fue a buscar al santero a su casa; él había desaparecido de ahí, dejando su hogar.
En la casa de la mamá de Ernesto no hubo mejor respuesta: “Nunca nos ha dejado pasar a la casa; siempre nos recibe en la calle, por eso pensamos que sabe algo”.
Los familiares de la joven pidieron que dejen regresar a la joven o que al menos la dejen terminar los pocos días de escuela para finalizar el bachillerato , "que ya después, si así lo quería, se fuera otra vez. Pero al menos eso: que tuviera en sus manos el certificado de preparatoria". No saben ni siquiera si Jeni recibió ese mensaje.
El papá de Jenifer teme por la integridad de la joven y "no cree que la joven pase todo este tiempo sin comunicarse con nadie voluntariamente: ni con sus amigas, ni su abuela, su madre o él. Por eso teme que pueda ser víctima de la comisión de un delito".
Conocidos y amigos de la chica dicen que la han visto por el Toreo de Cuatro Caminos y por Azcapotzalco , pero no han hablado con ella.
Óscar describe a su hija como una muchacha bastante tranquila, con amigas de la escuela, que le gusta salir poco, un poco adicta a la televisión. Una joven como cualquier otra, una buena persona, cercana a su padre y abuela. Sabe que si estuviera bien, ya se hubiera comunicado.
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