david.fuentes@eluniversal.com.mx
El enojo del Juez 23 de Oralidad, Edgar Agustín Rodríguez, podría tener un alto costo para él, pues mientras el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJ-CDMX) hace una investigación interna para saber exáctamente el porqué actuó de esa forma y determinar el castigo, la procuraduría capitalina inició carpeta de investigación en su contra por el delito de daño doloso a la propiedad.
Fuentes al interior de la dependencia dieron a conocer que la denuncia penal fue presentada la semana pasada por personal del Tribunal Superior de Justicia capitalino como resultado de las investigaciones que llevó a cabo el Consejo de la Judicatura local.
Dicha denuncia quedó radicada ante el agente del Ministerio Público adscrito a la Fiscalía para la Investigación de Delitos Cometidos por Servidores Públicos, misma que ya fue ratificada. Ahora se iniciarán las investigaciones, las cuales buscan principalmente entrevistar al juez para que explique el porqué de su actitud, que fue exhibida en redes sociales y que les generó muchos comentarios negativos.
También está la sanción meritoria. En este sentido, trascendió que con la reparación del daño sería suficiente para cerrar el caso; sin embargo, los encargados del TSJ están preocupados por la actitud del juez, el cual aparentemente será sometido a una serie de exámenes sicológicos para determinar el grado de estrés y pasión al que esta sometido por su trabajo.
Los especialistas creen que esta situación pudo ser lo que motivo al juez a actuar de esta forma, destruyendo el mobiliario y con el cual buscan justificar su actuación también contra el personal de la sala a su cargo.
Como se recordará, en un video difundido en redes sociales se observa al juzgador cuando de forma repentina comienza a romper el forro del respaldo de la silla que utilizaría para encabezar una audiencia.
El arrebato del juez lo testificaron elementos de la Policía Procesal, encargados de guardar el orden en la Sala de Oralidad, también por el administrador de ésta y las partes en conflicto.
La imagen que forma parte de la grabación del Tribunal se difundió en redes sociales y causó molestia a la ciudadanía, quienes cuestionaron la salud mental del juzgador.
El Tribunal Superior de Justicia capitalino informó que “una vez que se indague el contexto de los hechos (...) se procederá, de ser el caso, a las sanciones administrativas y disciplinarias correspondientes”. En ese sentido refrendó su compromiso de investigar y sancionar toda acción de cualquier servidor público del Poder Judicial local, de carácter jurisdiccional o administrativo, que no esté apegada a los principios a los que están obligados.
