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Una decepción amorosa, no ser aceptados en alguna escuela, baja autoestima y frustración son algunos de los motivos que orillaron a mil 203 jóvenes a tratar de quitarse la vida, pero que se acercaron a pedir ayuda a las clínicas y el Hospital de las Emociones de la Ciudad de México.
María Fernanda Olvera, directora del Instituto de la Juventud de la Ciudad de México (Injuve), informó que se han atendido en estos espacios 21 mil 492 pacientes de abril de 2016 a la fecha, de los cuales se han detectado numerosos casos de jóvenes con ideación o intentos de suicidio.
“El Hospital de las Emociones ha salvado mil 203 vidas hasta el momento de personas que llegaron con la idea de suicidarse, llegaron por la referencia de un amigo, acompañados de mamá y papá o solos”, comentó la funcionaria capitalina.
“No hay una sola razón; el suicidio es un fenómeno multifactorial y multidimensional. Al no tratar las sensaciones y pensamientos negativos estos se profundizan hasta llegar al ais-lamiento y tristeza prolongada, depresión y una de estas etapas puede llegar a la ideación de la muerte”, agregó Olvera Cabrera.
En el contexto del Día Internacional de la Juventud este sábado, comentó que las personas atendidas han acudido en su mayoría a la sede del Hospital de las Emociones en la delegación Venustiano Carranza, pero también a las clínicas alternas ubicadas en la Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Tlalpan.
Historia. Olvera recordó que este modelo de atención surgió a partir de los resultados de la encuesta llamada Mi mundo, aplicada hace tres años con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que recopiló las opiniones de 1.6 millones de jóvenes capitalinos y arrojó que su tercera demanda más importante es mejorar la atención médica.
Al respecto, se profundizó en ese indicador y se detectó que los jóvenes demandaban mayor atención para preguntarles cómo se sienten y ser escuchados por algún profesional que canalizara sus acciones y pensamientos.
De acuerdo con las estadísticas del Hospital de las Emociones, la mayoría de consultas se refiere a problemas emocionales seguido de problemas familiares, escolares, de pareja, depresión y suicidio, en ese orden.
En el caso de quienes intentaron acabar con su vida explicó que “cada caso es diferente, ningún joven es dado de alta si no está listo; de los mil 203 casos, gran parte sigue sus terapias y algunos fueron dados de alta pues adquirieron las habilidades para confrontar situaciones traumáticas y tenemos sus datos para dar un seguimiento”.
María Fernanda Olvera comentó que de manera transversal la violencia es uno de los principales asuntos que se tratan, ya sean jóvenes víctimas en su entorno familiar, escolar y de pareja, o personas que ejercen este tipo de conductas.
Los centros de atención de las emociones brindan una terapia de “joven a joven”, pues los sicólogos contratados por el instituto si bien cuentan con cédula profesional, también están en este rango de edad.
Los profesionales ayudan a los pacientes a tratar el apego, trastornos emocionales, la ansiedad, la ideación suicida, entre otros padecimientos de salud mental.
“No todos [los pacientes] quieren hablar en un principio, pero estamos preparados para recibir cualquier tipo de situación y saber, a partir de una primera valoración a qué tipo de sicólogo canalizarlos”, explicó.
Gran apoyo. El Hospital de las Emociones fue inaugurado en abril de 2016 y costó 8 millones de pesos, mientras que su operación cuesta 4 millones de pesos anuales, por lo cual, según la titular del Injuve, ha sido una acción “de bajo costo y alto impacto”.
Estos espacios de atención emocional son coordinados por dicho instituto y la Secretaría de Salud capitalina; esta última y el Instituto Nacional de Psiquiatría, han avalado las distintas terapias que se brindan.
La titular del Injuve capitalino adelantó que en las próximas semanas se abrirá una nueva sede en la delegación Milpa Alta, así como otra en el Centro Histórico de la Ciudad de México, que será la más grande de la capital del país.
María Fernanda Olvera resaltó que el Hospital de las Emociones es el primero en México y este modelo ya ha sido expuesto ante la ONU y ante autoridades de Japón.