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La Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina no tiene abierta ninguna línea de investigación en contra del delegado en Tláhuac, Rigoberto Salgado, en torno a la operación de la banda de narcomenudistas que opera en la demarcación, afirmó el titular de la dependencia, Edmundo Garrido.
La dependencia tampoco le ha requerido información sobre la existencia del grupo delictivo que comandaba Felipe de Jesús Pérez, El Ojos, quien fue abatido por fuerzas federales durante la incursión que realizaron el pasado jueves 20 de julio en la delegación.
“Nosotros seguimos haciendo investigación, intercambiando información, la etapa en la que vamos en la investigación es la de deslindar la responsabilidad de los operadores directos de esta banda de narcomenudistas y de lo que resulte daremos cuenta en su momento”, estableció.
Durante la conversación con EL UNIVERSAL, el procurador capitalino explicó que su prioridad en estos momentos es desarticular al primer círculo de esta organización delictiva, de la que ya tienen cuatro órdenes de aprehensión por cumplimentar.
Mencionó que de lo que salga de las detenciones seguramente se abrirán nuevas líneas de investigación, mismas que se agotarán.
El rostro de Edmundo Garrido muestra una total seriedad cuando habla de este tema, no hace muecas y mucho menos se llega asomar una sonrisa a lo largo de la entrevista. Las preguntas sobre las posibles implicaciones del delegado se las sacude diciendo: “El tramo actual de la investigación es entre las autoridades de seguridad, federales y estatales, aún no hemos llegado a interactuar con el tema administrativo de las autoridades locales. En su momento como nos llegue la investigación tendremos que seguir las líneas”.
Deja en claro que no le genera sobresalto alguno la implicación política que pueda traer el caso, sobre todo porque el delegado de Morena, partido político de oposición al Gobierno capitalino, pueda promover una movilización: “La procuraduría y las áreas de seguridad no manejan temas políticos, manejamos temas de investigación. Mi preocupación es darle seguridad a la ciudadanía, procurar justica, esa es la función que yo tengo”.
A Felipe de Jesús Pérez Luna, El Ojos, lo describe como una persona audaz, con un gran liderazgo y que por su vecindad en la delegación Tláhuac pudo operar con mayor facilidad, incluso contando con el apoyo de algunos residentes y de la red de mototaxis, a las que confirma que les daban dos mil pesos semanales para que realizaran labores de halconeo y de distribución de droga en la zona.
Esta banda de narcomenudistas, explicó, se caracterizó por un alto nivel de violencia, pues de 2016 a la fecha la dependencia contabilizó por lo menos 30 homicidios, muchos de los cuales ocurrieron en municipios colindantes con el Estado de México, pero los cuerpos aparecieron en la Ciudad de México.
El procurador se muestra confiado de tener resultados positivos en este caso, así como también en las consignaciones que ha realizado de las personas que fueron detenidas posteriormente al operativo para abatir a El Ojos, por lo que se mantendrá la coordinación y el intercambio de información con las autoridades federales, lo que permitió asestar este golpe.
