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Hoy, a una semana de la aprobación del Sistema Anticorrupción de la Ciudad de México, el presidente de la Comisión de Gobierno en la Asamblea Legislativa, Leonel Luna Estrada, admite que esta norma es perfectible y advierte que no se hizo al vapor ni tampoco fast track.

Además, niega que se hayan violado principios de la Carta Magna local o incluso de la Ley General del Sistema Anticorrupción.

“Cada congreso de los estados definen el andamiaje jurídico, la estructura administrativa de fiscalización partiendo de las comisiones y características que tiene cada uno; por ejemplo, debe ser muy diferente el número de salas al interior de Justicia Administrativa del Estado de Tlaxcala con el del Estado de México o de Nuevo León”, argumentó.

Justifica que los asambleístas interpretaron el espíritu de la Carta Magna partiendo del texto constitucional. Por ello, a los opositores como ex constituyentes y diputados locales de Morena les pide congruencia y respeto al trabajo del órgano legislativo local, ya que el nuevo modelo de fiscalización que sienta las bases para la prevención, investigación y sanción de cualquier acto de corrupción fue bien hecho.

“Como diría mi abuelita, ‘santo que no es visto no es adorado’. O sea, si no están, ¿cómo pueden tener solvencia moral, discutir, cuestionar y criticar?, si no estuvieron presentes. Morena no se ha integrado formalmente a las comisiones, está ausente del trabajo legislativo”, reclama Luna.

Niega que los modelos de fiscalización en la capital del país fueran laxos, pero asume que sí había que ajustarlos a la realidad actual.

Expone que por más de cuatro meses fueron elaborados y analizados seis dictámenes de leyes de nueva creación y cinco reformas: “Hubo apertura, foros y se creó un micrositio”.

Tajante expresa que los diputados de la Asamblea Legislativa nunca se cerraron a la discusión, a las propuestas y que todo está plenamente legitimado porque participaron la Contraloría, la Auditoría Superior, el InfoDF, organizaciones civiles y la comunidad académica

No descarta la posibilidad de fallas en el sistema, ya que como toda norma “tiene que evaluarse y revisarse en el terreno de los hechos. Habrá que esperar lo que diga la Suprema Corte”.

Sobre los nombramientos, tema de lo más cuestionado en esta aprobación, aclara que dentro de la ley se permiten variantes, una de ellas fue la designación del fiscal anticorrupción para que permanezca siete años en el cargo con posibilidad de reelección por otro periodo igual, cuando en la ley general es de cuatro años: “¿Por qué? Porque se revisa, en términos administrativos, el antes, el durante y el después. Si son seis años, se revisa el término de una administración y el inicio de otra, si fueran cuatro años entonces estaría partiendo a la mitad la revisión y fiscalización del tiempo de duración del del Ejecutivo”.

De cara a quienes aseguran que la redacción del nuevo sistema va con dedicatoria al contralor general (Eduardo Rovelo), para que él pueda ser nombrado secretario de la Contraloría, el asambleísta del PRD reconoce que existe la posibilidad y revira : “Si fuera el caso, ¿con qué base se descalifica el trabajo del actual contralor?, ¿cómo anticipar juicios?, ¿cómo no esperar las propuestas? Responsablemente cuestionaría si ya tuviera a la vista las propuestas, pero si fuera el caso de la ratificación, ¿qué bases se tienen para cuestionar el trabajo del actual contralor?”.

Además, pide no adelantarse a los hechos, aunque afirma que si se hace una evaluación con toda la prudencia necesaria el contralor actual ha hecho bien su trabajo.

“No ha sido un mal contralor, a diferencia de otros, éste [Rovelo] ha generado, por ejemplo, el laboratorio de los análisis de obras, ha impuesto sanciones, alrededor de siete mil. Ha hecho bien su trabajo”, explicó.

Sin titubeos declara que se equivocan quienes afirman que estas designaciones se prestan a acuerdos.

“La ley establece perfiles para los cuales hay requisitos y son muy claros: experiencia, no haber tenido cargos públicos en cuatro años, no haber tenido responsabilidades partidistas, tener solvencia académica y evidentemente moral. Entonces, el órgano legislativo tendrá que elegir a quien cubre esos requisitos”, precisó.

Finalmente, Leonel Luna no se dijo preocupado por las críticas de los morenos, ya que quien debe juzgarlos son los que votaron por ellos.

“Si yo hubiera elegido a un diputado que no va a trabajar, que no cumpla con su responsabilidad, que no esté atento al trabajo legislativo, que no tenga propuesta, estaría arrepentido de haberle dado mi voto, ¿no?, porque es como un contrato político que uno hace. Es muy fácil oponerse, cuestionar, pero es más difícil proponer, construir, trabajar en una ruta legislativa seria. La Ciudad lo que necesita son legisladores responsables, serios y comprometidos. No podemos de pronto tomar o asumir una actitud de merolicos políticos”, dijo.

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