La directora general de jurídico y Gobierno en la delegación Cuauhtémoc, Zuleyma Huidobro , atribuyó el retraso en la actualización del padrón de comerciantes en vía pública de la demarcación a deficiencias en el sistema de cómputo que provee el gobierno capitalino para realizar esta tarea y que ha sido la autoridad que conminó a las delegaciones a integrar sus padrones respectivos.
En conferencia, explicó que a la fecha 6 mil personas han acudido por si solas a la demarcación a presentar su documentación para el proceso de regularización, aunque las cifras de la demarcación indican que hay unos 11 mil comerciantes con algún tipo de antecedente o registro en el Sistema de Comercio en Vía Pública (Siscovip).
"Se ha estado diciendo que vamos muy atrasados sin embargo, tenemos que decirles que el Siscovip es un programa que sólo opera en una computadora de la delegación, todo es a través de un equipo en el que está el sistema, pero hasta este momento el programa sufre algunas inconsistencias", señaló Huidobro
Al hacer un simulacro, en el que supuestamente se inscribiría a un comerciante a través del programa de dicha computadora, cuestionó que aún se permita en la plataforma registrar ubicaciones de vendedores en avenidas primarias, o en el primer cuadro del Centro Histórico.
La directora general de jurídico y gobierno insistió en que al ser sólo una computadora para hacer registros, resulta muy lento avanzar con las poco más de 6 mil personas que han acudido a regularizar su situación.
Zuleyma Huidobro sostuvo que en la presente administración no se ha entregado un solo permiso para nuevos comerciantes y, en contraste, se han reportado al gobierno capitalino 2 mil movimientos de baja ya sea por fallecimiento del titular del permiso o de personas que habían comprado puestos a esos titulares, lo cual no está permitido.
Añadió que la convocatoria de regularización cerró a fines de mayo pero se abrirá otra para recibir a quienes por alguna razón no pudieron acudir antes.
En las calles de Cuauhtémoc, estimó, hay 30 mil vendedores, contando a aquellos instalados en el perímetro A del Centro Histórico, cuyo control dependen del gobierno capitalino.