La única testigo y sobreviviente del suicidio planeado por Mireya, que involucró también el envenenamiento de sus tres hijos, despertó del coma en el que se encontraba. Las autoridades esperan que los próximos días esté en condiciones de declarar.
De acuerdo con los reportes de la investigación, la mujer que desde el lunes pasado salió de terapia intensiva y aseguró a los médicos que la atienden no recordar nada de lo sucedido, de hecho, ni siquiera entendía qué hacía en el hospital. De inmediato preguntó por su esposo, su hija Mireya y sus tres nietos, todos ellos los murieron en la casa de Mireya, en la delegación Magdalena Contreras.
Ante esta situación los médicos le practicaron una serie de exámenes y determinaron que tiene un “lapso de demencia” y lagunas mentales, lo que de inmediato complica, dijeron, que rinda su declaración preparatoria ante las autoridades.
Elementos de la Policía de Investigación continúan resguardando el hospital privado donde esta internada.
Por el momento, la Procuraduría la mantiene en calidad de testigo y sobreviviente. Sin embargo, las cartas póstumas que se encontraron la vinculan con los hechos al señalar que ella sabía del plan de Mireya de envenenar a los niños.
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