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El Procurador General de Justicia de la Ciudad de México, Rodolfo Ríos Garza, afirmó que hubo tres expedientes relacionados con abuso sexual, en relación con Leopoldo, padre de los tres niños asesinados por su madre, Mireya, en la colonia San Jerónimo Lídice, de la Magdalena Contreras, pero que en ninguno de ellos se acreditó que existiera ningún abuso.
“Si fuera lo contrario el papá hubiera sido consignado y estaría interno en alguna cárcel”, señaló el procurador de la capital.
Reconoció que hubo una resolución por una jueza familiar sobre el tema de la guardia y custodia de los tres menores en la que Mireya perdió la custodia e incluso hubo un apelación y juicio de amparo en el que se le prohíbe a los abuelos que se acerquen a los tres menores.
Informó que la PGJ local está al pendiente de la salud de la madre de Mireya y abuela de los pequeños, y será hasta que los médicos autoricen cuando un agente del Ministerio Público podrá entrevistarla y ella pueda dar su versión de los hechos.
El 7 de junio pasado Mireya decidió culminar con la vida de su familia y suministrar varios medicamentos a sus tres hijos, a sus padres y, posteriormente, lo bebió ella también. Sólo su madre sobrevivió.
Desde hace varios meses Mireya se disputaba por la custodia de sus hijos con Leopoldo, pero tras la resolución de un juez familiar y una resolución de amparo, perdió la guarda y protección de sus hijos.
Tras el dictamen en el que se estipulaba que ni siquiera los padres de Mireya podrían ver a los pequeños —un niño de 10 años y unas gemelas de 6 años— la mujer de 38 años los engañó para que tomaran el medicamento, lo mismo que a su padres.
Horas más tarde los cuerpos de las seis personas fueron hallados en una de las recamaras del inmueble, ubicado en Avenida San Bernabé; sólo la madre de Mireya estaba con vida, el resto fueron reportados fallecidos.
La mujer fue enviada al hospital, mientras que los cadáveres fueron llevados a la morgue de la delegación.
En el cuarto, peritos localizaron una carta póstuma que explicaba las razones por las que Mireya decidió matar a toda su familia, en ese recado admitía estar deprimida por tener que entregar a sus hijos.
Sobre el caso, el abogado de Mireya declaró que el acoso de Leopoldo fue detonante para tomar esa decisión, mientras que el abogado del padre comentó que los abuelos de los tres menores participaron en el homicidio. Además, relató que tras la mala relación que tenía la pareja, ella denunció abuso sexual.