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phenelope.aldaz@eluniversal.com.mx
Los vehículos con placas del Estado de México registran mayores niveles de emisiones contaminantes que los matriculados en la Ciudad de México.
Según el último informe de la campaña Sensor Remoto en la zona metropolitana del valle de México (2015), los vehículos de esa entidad presentan mayores niveles de emisiones de monóxido de carbono (CO), hidrocarburos (HC) y óxidos de nitrógeno (NOx), comparados con los de la ciudad.
El documento, público a través de la página del Sistema de Monitoreo Atmosférico (Simat), indica que los sensores remotos fueron instalados en 14 puntos: Ciudad Universitaria, Tlalpan, Normal Superior, Eje Central, Polanco, Fray Servando, Tlalnepantla, Cuatitlán Izcalli, Tultitlán, Coacalco, Ecatepec, La Herradura-Naucalpan, Nezahualcóyotl y Pintores-Naucalpan.
Se midieron un total de 84 mil 710 vehículos, de los cuales 50.6% tenían placas del Estado de México; 46.4%, de la Ciudad de México; 0.8% federales, y 2.2%, de otras entidades como Morelos, Hidalgo y Puebla.
De una muestra de 18 mil vehículos para cada entidad, se encontró que “los vehículos matriculados en el Estado de México presentan mayores concentraciones de niveles de emisiones (0.13% CO, 18 ppm HC y 65 ppm NOx) que los matriculados en la Ciudad de México (0.07% CO, 6 ppm HC y 29 ppm NOx) para los tres contaminantes criterio”.
La primera campaña de monitoreo de emisiones vehiculares con sensor remoto se realizó en 1991, los resultados más recientes corresponden al año 2015. El sensor remoto es un equipo que permite medir los contaminantes que emiten los autos a través del tubo de escape, cuando se encuentran en circulación.
“Un sensor remoto permite la evaluación de emisiones contaminantes de escapes individuales de una gran cantidad de vehículos circulando en el tráfico, en condiciones reales de operación, así como la identificación de los vehículos que son considerados ostensiblemente contaminantes.
“Su operación se puede considerar como una prueba dinámica, lo que es particularmente conveniente en la evaluación de vehículos a diésel, pues la NOM-045-SEMARNAT-2006 que se aplica en verificentros especifica una prueba de opacidad en condiciones estáticas, lo que permite conocer el desempeño mecánico y ambiental del vehículo bajo condiciones normales y extraordinarias de carga”, destaca el reporte.
Otro de los datos encontrados es un incremento en el número de unidades con placas del Estado de México. “El aumento se presume que es debido a la diferencia en el pago de tenencia y la verificación más estricta en la CDMX. Cabe mencionar que en las campañas 2014 y 2015 se monitorearon en los mismos sitios”, justifica.
Desde 2014 la Ciudad de México cuenta con su propio sensor remoto, el cual es operado por la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) y le permite contar con sus propios registros de emisiones contaminantes, por parte de los automotores: “El equipo emite un rayo infrarrojo para detectar monóxido de carbono CO, bióxido de carbono (CO2), e hidrocarburos (HC) y un componente de dispersión de luz ultravioleta para medir óxidos de nitrógeno (NOx)”, señala.