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Ayer, según dieron a conocer autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México, el cadáver de una mujer fue hallado en los jardines aledaños al Instituto de Ingeniería en Ciudad Universitaria.
De acuerdo a los reportes, el cuerpo estaba atado a la caseta de un teléfono público.
El caso no es el primero que involucra violencia contra las mujeres en la máxima casa de estudios.
En 2010, el rostro de Adriana Morlett, estudiante de Arquitectura, inundó los medios de comunicación.
El 6 de septiembre de 2010, Adriana desapareció tras sacar un libro de la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria. Días después, el ejemplar de "Arquitectura, teoría y diseño de contexto", fue regresado al recinto pero sobre la joven no se sabía nada.
Mauro Rodríguez, testigo clave en el caso, aseguraba que ese día la joven lo acompañó a su casa, en la colonia Santo Domingo, tras sacar el libro, pero que luego se retiró del sitio a bordo de un taxi.
En su momento, la actitud de Rodríguez fue sospechosa. Sin existir orden de aprehensión o recurso legal alguno en su contra, el muchacho tramitó un amparo.
Mientras Adriana era buscada, el 17 de diciembre de 2010, en un predio de la carretera México-Ajusco fueron hallados restos humanos.
El 14 de marzo de 2011, día del cumpleaños 22 de Adriana, cerca de 100 personas, entre familiares, amigos y miembros de la comunidad universitaria, se reunieron frente a Rectoría para recordar a la mujer, de cuyo paradero no se tenían pistas.
El 7 de septiembre, por petición del tío de Adriana, se llevó a cabo un ritual maya en la facultad de Arquitectura, a fin de que fuerzas sobrenaturales ayudaran a esclarecer dónde estaba la muchacha.
En noviembre de 2011, antrópologas argentinas, que se contactaron con la familia de Adriana luego de la intervención de Margarita Zavala, confirmaron que los restos hallados en Tlalpan pertenecían a ella. Sin embargo, no se ha esclarecido quién, cuándo y cómo asesinó a la estudiante.
jlcg