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Ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Convención de Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México defendió lo establecido en la Constitución local y demandó políticas públicas que garanticen libertad en las formas de gobierno, autonomía, protección de los recursos naturales y del patrimonio cultural.
“Ante el mundo estamos defendiendo lo ya establecido en la Constitución de la Ciudad de México, el esfuerzo de hombres y mujeres, jóvenes, mayores, quienes han resistido y luchado para tener mejores condiciones de vida; y de exigir hacer realidad políticas públicas, como la ley reglamentaria que sigue en la agenda de los pueblos originarios”, aseguró Juan Cervantes Chávez, representante de la convención.
Al acudir al Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de Naciones Unidas, a donde también asistió el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, cuestionó que la identidad de los pueblos se ha desdibujado, por lo que es necesario mirar hacia las siguientes generaciones, creando mayor consciencia, y levantar el pensamiento inteligente a favor de mejores formas de convivencia y de la nueva relación entre los pueblos y el gobierno.
“Ante la problemática de corrupción que afecta a nuestro entorno natural es necesario replantear el modelo económico-político-social con el que nos hemos afectado a nosotros mismos y, a través de la expresión legal, exponer nuestra cosmovisión, la defensa de la medicina ancestral y las plantas medicinales, la danza, el respeto a la madre tierra y la naturaleza”.
Dijo que la cultura indígena no es ajena a la modernidad y que la libertad de pertenecer a ella está acompañada de responsabilidad y compromiso, para lograr ser artífices de la verdadera transformación y plasmar la reivindicación de los pueblos y de la elegibilidad.
“Los pueblos, que somos el eje toral, somos los primeros en tiempo, por tanto, los primeros en derecho. Hay que seguir caminando en acciones y no en la simulación, en la continua búsqueda de crear mecanismos de defensa para nuestra ciudad, nuestro país y continente”.
Agradeció la ayuda de los integrantes de la convención y del pueblo, ya que su contribución permitió obtener recursos económicos para llegar a la ONU, los cuales fueron utilizados para transporte, alimento y, en ocasiones, hospedaje.
