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Durante cinco días, familiares y amigos de Guillermo, de 51 años, lo buscaron en varios lados, denunciaron su desaparición ante la Procuraduría capitalina, pidieron ayuda en redes sociales y a través de un periódico.
Pero el lunes lo encontraron sin vida en un departamento de Polanco, donde la noche del 9 de mayo estuvo con dos de sus amigos.
Guillermo estaba dentro de un ropero. Su agresor lo golpeó y asfixió. Al momento del hallazgo estaba enredado en cobijas, tenía periódicos y una bolsa de plástico en la cabeza, según consta en un reporte de la Procuraduría capitalina.
En ese inmueble, en la calle de Schiller, ya se había realizado una inspección, pero fue apenas el lunes cuando el mal olor que se desprendía del lugar llevó al descubrimiento del cuerpo.
De acuerdo con informes de la Policía de Investigación, la víctima llegó aproximadamente a las 22:00 horas del 9 de mayo a ese departamento en un Uber. Ahí estuvo con el propietario del inmueble y otro de sus amigos. Estuvieron platicando y bebiendo.
Según declaró el dueño del departamento, él se fue a dormir alrededor de las 3:00 de la madrugada y minutos antes se marchó la otra persona que los acompañaba.
En la sala, según esta versión, quedó solo Guillermo.
Alrededor de las 7:00 de la mañana del 10 de mayo, el propietario del inmueble se despertó y ya no encontró a Guillermo.
Un día después, al no localizarlo, familiares denunciaron su desaparición. Inició también la campaña en redes para localizarlo.
El lunes descubrieron el cuerpo de Guillermo en ese mismo departamento.
Hasta el momento, no se ha establecido quién lo asesinó. La revisión de las cámaras de seguridad del lugar y de las calles cercanas, continúa.
jlcg
