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Organizaciones ambientalistas y de la sociedad civil calificaron el proyecto de la Planta de Termovalorización como “inadmisible”, pues contrario a lo planteado por el Gobierno capitalino, alertaron que “pondrá en riesgo la salud de los habitantes de la Ciudad”.

Aseguraron que se trata de un proyecto de “incineración de basura disfrazado de termovalorización”, la cual traerá como consecuencia emisión de contaminantes altamente tóxicos y cancerígenos al ambiente que empeorarían la calidad del aire en la zona metropolitana y pondrán en riesgo la salud de las personas, por lo que demandaron su cancelación.

El 18 de abril la Agencia de Gestión Urbana (AGU) informó que el consorcio Proactiva Medio Ambiente S.A. de C.V.—Veolia, sería el encargo de diseñar, construir y operar la Planta de Termovalorización de la Ciudad de México, en la cual cada día se transformarán 4 mil 595 toneladas de basura en energía para alimentar al Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.

En conferencia de prensa, los organismos ambientales señalaron que dicho consorcio ha enfrentado demandas ante tribunales internacionales y nacionales por incumplimiento en sus contratos en países como Egipto, Lituania y Marruecos, mientras que en el estado de Chiapas ha sido acusado por la contaminación de mantos freáticos por escurrimientos de lixiviados del basurero a su cargo.

También han sido demandados por ocultar la contaminación del agua con plomo en Flint, Michigan.

Marisa Jacott, directora de Fronteras Comunes, dijo que “es una obligación del gobierno de la Ciudad informar a sus habitantes que una de las tantas consecuencias que trae la incineración de basura es la reducción de la fecundidad y el aumento en la prevalencia de algunas enfermedades como endometriosis y ciertas clases de cáncer” que debería analizar el gobierno.

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