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Minutos antes de la tragedia se conocieron. Fue en un fiesta en la zona de Polanco donde Carlos Salomón, conductor del BMW blanco que se partió a la mitad al impactarse contra un poste sobre Reforma, vio por primera vez a Karla, Ivonne y a Carlos Roberto. Todo porque su vecino Luis Fernando fue el primero que inició la conversación con ellos.
Festejaron y bebieron hasta cerca de las 03:00 de la madrugada del viernes 31 de marzo, cuando Luis Fernando ofreció un “aventón” a Karla, pues dijo que a él y a su amigo Carlos Salomón les quedaba de paso su domicilio. Ésta le pidió a Ivonne —a quien también la acababa de conocer— que no la dejara sola y que se fuera con ella. A su vez, Ivonne le pidió a Carlos Roberto que se fuera con ellos, quien también accedió.
Todo ello lo declaró Carlos Salomón al Ministerio Público y quedó asentado en la carpeta de investigación CI-FCH/CUH-5/UIC/D689/0317.
El accidente se registró a las 03:33 horas del pasado viernes, luego de que Carlos Salomón perdiera el control del automóvil que conducía a más de 180 kilómetros por hora, según revelan los primeros peritajes del percance. Sobre la banqueta quedaron los cuerpos de sus acompañantes, dos de ellos decapitados, mientras que él sólo sufrió de un par de raspones.
En la sala de urgencias de la Cruz Roja sólo pudo responder a los agentes que él conducía el vehículo. Ahí se confirmó que había rebasado los límites de alcohol permitidos.
Ayer por la tarde se presentó a la audiencia que encabezó la juez de Control Gloria Hernández Franco, en la que por recomendación de su abogado no reveló más detalles de lo ocurrido esa trágica noche, pues la intención era que le fincaran el delito de homicidio culposo.
En contra parte, el Ministerio Público explicó que la mecánica de hechos indicaba que Carlos Salomón manejaba alcoholizado y a exceso de velocidad, lo que representa “un riesgo para él, sus amigos y la sociedad”.
Después de escuchar ambos argumentos, la juez de Control Gloria Hernández Franco dictó la medida cautelar de prisión preventiva justificada al conductor por el delito de homicidio culposo agravado en hecho de tránsito. El abogado solicitó también que su situación jurídica se defina en la duplicidad del término constitucional de 144 horas, por lo que se fijó audiencia para el próximo viernes 7, en la que la impartidora de justicia resolverá si lo vincula o no a proceso.
“No daremos perdón”. En la audiencia estuvieron familiares de las víctimas; las madres no daban crédito a que Carlos Salomón había salido ileso del accidente y ahora estuviera pidiendo no ir a la cárcel. En algún momento del proceso los abogados defensores y familiares del conductor del auto se acercaron con los deudos a dialogar y pedirles el perdón para concluir lo más pronto posible.
La respuesta fue tajante: “Que se pudra, hizo a mi hija pedazos, que sufra lo que nosotros”. Después de esto las otras cuatro familias acordaron no otorgarle el perdón.
Evitaron cualquier acercamiento con medios de comunicación; incluso se molestaron cuando se les mostró una imagen de Carlos Salomón dormido en una de las sillas de una sala anexa, mientras sus abogados delineaban su defensa en un receso de 20 minutos que dio el juzgador.
Al final de la audiencia los deudos se retiraron y dieron a conocer que el próximo viernes ahí estarán para seguir el proceso; pues, dijeron, es lo menos que merecen todos sus muertos después del trágico accidente.