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RÉPLICA
Señor Director:
Con referencia al artículo publicado el lunes 17 por José Luis Luege Tamargo, Tren a Toluca, otro mal negocio, me permito elaborar las siguientes observaciones:
1. El Sr. Luege habla de una pésima planeación de las obras de la SCT. Ha sido intensamente difundido desde los primeros días de la actual administración el Programa Nacional de Infraestructura (PNI). Es de resaltar que el PNI a la fecha lleva un avance del 70%.
2. Afirma que la ampliación de la autopista La Marquesa-Toluca no tiene los aforos calculados. El aforo promedio actual es de 23 mil vehículos diarios, 3 mil más que el esperado a la fecha.
3. Dice el Sr. Luege que lamentablemente el objetivo principal de los proyectos de esta administración no es la atención de los problemas de movilidad de la Ciudad de México. El ámbito de competencia de la SCT es federal; los problemas de movilidad de la capital del país conciernen al gobierno capitalino.
4. Dice el Sr. Luege que el proyecto del Tren México-Toluca no cubre las rutas adecuadas. Además de que el proyecto está basado en un estudio profesional de movilidad y demanda, origen y destino y ruta más adecuada, la ruta trazada parte de Observatorio para después llegar a Santa Fe, Bulevar Aeropuerto, Metepec, Toluca y Zinacantepec, que son, de acuerdo con el estudio indicado, las estaciones con mayor demanda.
5. Dice el Sr. Luege que para evitar cargar el costo del Tren al Presupuesto de Egresos de la Federación, debió haberse licitado el proyecto en Asociación Público-Privada (APP). Es obvio que no habría interesado alguno en participar en tanto no se acreditara la adquisición total del Derecho de Vía, así como la solución de todos los problemas sociales, lo cual hubiera implicado tener que esperar más de año y medio para efectuar una licitación de APP, tiempo que hubiera invalidado el proyecto. Además, una APP permitirá una mayor recuperación de los recursos públicos erogados estando el Tren en operación y garantizada la conclusión del proyecto.
6. Dice el Sr. Luege que la SCT no aporta la justificación técnica de los proyectos. Sería imposible licitar un proyecto de esta naturaleza sin contar con los estudios costo-beneficio previamente autorizados por la SHCP. Estos estudios son públicos y pueden ser consultados en los portales electrónicos correspondientes de la SHCP.
Lic. Yuriria Mascott Pérez, subsecretaria de Comunicaciones y Transportes
Respuesta del columnista
1. Conozco el Programa Nacional de Infraestructura (PNI). Como secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales y posteriormente como director general de la Comisión Nacional del Agua participé en la elaboración del mismo en las dos administraciones federales pasadas, por lo que tengo pleno conocimiento de lo que he sustentado por el medio en comento.
2. Sobre el aforo de la nueva autopista, simplemente no es creíble porque conozco muy bien la enorme corrupción de las autoridades del Estado de México, tal y como sucedió en la medición del aforo de algunos concesionarios en el Circuito Exterior Mexiquense.
3. Quiero aclarar que me referí a la movilidad interurbana, misma que afecta a toda la Zona Metropolitana de la CDMX y donde la SCT sí tiene responsabilidad y competencia.
4. El proyecto del Tren México-Toluca, además del servicio que ofrece a pasajeros a Toluca, se planeó para darle un uso más eficiente al aeropuerto de la misma ciudad. El hecho de que se haya tomado la decisión de construir el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) en la Zona Federal del Lago de Texcoco, no era obstáculo para realizar el proyecto del Tren a Toluca en su plan original hacia el Aeropuerto de Toluca. El diseño que contrató la SCT, no le aporta utilidad alguna al Aeropuerto de Toluca por lo complicado que representaría para un viajero llegar al Metro Observatorio para luego descender en la estación de Metepec y tomar después un autobús con destino final al Aeropuerto.
5. Pongo en duda la viabilidad financiera del proyecto en función de su alto costo y porque no contempla subsidios en la tarifa. La SCT no aclara cuál será el costo final del mismo, tomando en cuenta la devaluación del peso frente al dólar de una inversión originalmente estimada en 38 mil millones de pesos. Si el boleto o la tarifa del tren no tiene subsidios, como está establecido en el Proyecto, entonces resultará en un costo muy oneroso para los usuarios con destino a Toluca, que en su mayoría son trabajadores.
José Luis Luege Tamargo
