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En los últimos seis días se han registrado cinco robos a casa-habitación, situación que contrasta con la puesta en marcha del operativo de Semana Santa implementado por las autoridades para abatir este delito.

De acuerdo con cifras de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina se advierte una disminución en el robo a casa-habitación con violencia; sin embargo, este mismo ilícito cometido sin violencia —como los que se han difundido en las redes sociales— muestra un incremento de hasta 21.5%.

Los números indican que mientras en 2014 se iniciaron 4 mil 776 carpetas de investigación por robos a viviendas sin violencia, el año pasado sumaron 5 mil 807 casos; es decir, se presentó un aumento de 21.5%. Mientras que durante el primer trimestre de 2017, la procuraduría capitalina ya contabiliza mil 466 denuncias, mostrando también un incremento en el mismo lapso en comparación con 2016.

Las investigaciones que ha realizado el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe) sobre el delito de robo a casa-habitación refieren que ni uno de los atracos es al azar o fortuito: los delincuentes seleccionan, estudian e investigan a qué domicilio entrar, saben lo que hay, saben cuándo salen los moradores, cuánto tiempo tienen y, lo más importante, analizan el costo beneficio; es decir, si ya tienen colocado en el mercado negro todo lo que se van a robar.

En este sentido, Emilio Daniel Cunjama López, profesor investigador del Inacipe, explica que la información le llega a los delincuentes de dos maneras. La primera es estudiando el movimiento de los moradores de las casas seleccionadas.

La segunda forma es teniendo la información precisa desde dentro; ésta es la más efectiva y la que más usan, pues obtienen los datos de personas que han estado en el domicilio; no necesariamente familiares o trabajadores de confianza. La información la proporciona desde un cartero, el que entra a hacer un trabajo de plomería, de televisión por cable, el que recoge la basura, el que entrega los garrafones de agua o cualquier persona que por casualidad visite el domicilio, aunque sea sólo una vez, lo que complica más prevenir este delito.

“Estas son fechas para que las bandas roben algunas de las casas que previamente eligieron. Los datos que tenemos es que la mayoría son bandas mexicanas y minoría quizá de colombianos, estos robos están analizados con tiempo o tienen a alguien que les da información, como si la familia salió, sabe incluso dónde están las pertenencias y lo de valor.

“Se han registrado robos a plena luz del día porque los delincuentes entran con la seguridad de que no hay nadie y actúan normal, por eso es complicado prevenir este robo, ésta es la modalidad que están usando digamos así, saben que en la noche es más complicado, pero en el día en ocasiones pasan desapercibidos”, comenta Cunjama López.

Ante esta situación, el especialista revela que uno de los métodos más efectivos contra este delito, que ha dado resultado en otras entidades como el Estado de México, es la “prevención comunitaria, apoyada con redes sociales; recomienda entonces que se formen grupos de WhatsApp entre vecinos y alertarse de todo lo que suceda en la calle.

De esta manera, si alguien avisa que sale unos días y otro vecino ve movimiento irregular en el domicilio, puede avisar al resto y así, a la distancia, no intervienen, documentan todo y les da tiempo de hablar a la policía y nunca están en riesgo, pues el delincuente no sabe quién o cómo es que lo denunciaron.

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