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La introducción de una red para mejorar el suministro de agua potable, que lleva un avance de 75%, causó un conflicto no sólo entre la población de los pueblos de Santo Tomás Ajusco y San Miguel Ajusco, en la delegación Tlalpan, sino que también tomó tintes políticos.
Una guerra de declaraciones entre la jefa delegacional, Claudia Sheinbaum, y el diputado federal Carlos Hernández, comenzó y la obra —que dio inicio a finales de 2016— fue suspendida hasta nuevo aviso.
La delegada de Tlalpan acusó al diputado federal del PRD de estar detrás de la oposición a este proyecto y señaló que un grupo de habitantes que el jueves pasado privaron de la libertad a seis trabajadores de la empresa encargada de la construcción de la red de agua potable dijeron haber sido instruidos por el legislador.
“Tenemos conocimiento de que el diputado Carlos Hernández Mirón ha estado vinculado con este grupo para evitar que se desarrollen las obras, ayer me comuniqué con el subsecretario de Gobierno y le pedí que hablara con el diputado, señalando que estábamos dispuestos a sentarnos a platicar, pero que era importante que los temas político-electorales se resolvieran de otra manera, haciendo el trabajo que se tiene que hacer con las comunidades”, explicó.
Refirió que evitando que se haga obra pública tan importante para los dos pueblos no es la forma de hacer política, e inclusive se solicitó una reunión con la Secretaría de Gobierno para que se le explique al funcionario cuál era el beneficio de ésta.
Rechaza acusación. Ante el señalamiento de Sheinbaum Pardo, el diputado Carlos Hernández negó que él sea el responsable de impedir las obras hidráulicas y aseguró que la delegada lo intenta involucrar de manera irresponsable y sin fundamentos legales, al señalar que fue él quien detuvo la obra, por lo que le pidió que “se serene”.
“No he sido el promotor de ninguna acción que detenga alguna obra hidráulica en alguno de los nueve pueblos de la delegación Tlalpan. Además, no tuve absolutamente nada que ver en ese conflicto que se dio el día de ayer [30 de marzo].
“Le pediría a la jefa delegacional que se serene. Es el momento para generar condiciones distintas; también decirle a la jefa delegacional que conmigo no debe tener ningún problema, no estamos buscando problemas. Desde el inicio de su administración me promovieron un recurso ante la Contraloría [de la Ciudad de México], y afortunadamente los resultados fueron favorables. No hay ningún señalamiento en mi contra”, aseguró el legislador.
Agregó que en la demarcación existen tres aspectos en el caso del paro de obras hidráulicas en Santo Tomás Ajusco, Tlalpan: el primero, no podría entender una situación de esta naturaleza si no existiera la capacidad por medio de sus funcionarios, principalmente, tres áreas de la delegación de Tlalpan: la Dirección de Enlace Ciudadano, que es el contacto directo con los vecinos de la delegación para dar a conocer y cabildear cualquier obra que vaya a ser de afectación mayor en la demarcación.
Implicaciones legales. El jueves una vez que se concluyeron los trabajos en la esquina de las calles Damián Carmona y Melchor Ocampo, casi 100 habitantes del lugar se manifestaron por estar en desacuerdo con las obras; privaron de su libertad a seis trabajadores, obligándolos a suspender actividades y pretendieron retirar una parte de la obra.
“Estas personas privaron de la libertad a las 19:00 horas y exigieron que se levantaran dos tubos que ya habían sido instalados, finalmente a la 01:00 de la mañana la policía intervino para rescatar a los trabajadores y afortunadamente no pasó a mayores”, explicó la delegada.
Señaló que solicitará a la secretaria de Gobierno, Patricia Mercado, seguridad para continuar con las obras para mejorar el suministro de agua potable en los pueblos de Santo Tomás Ajusco y San Miguel Ajusco.
Afirmó que realizaron las denuncias ante el Ministerio Público por privación ilegal de la libertad y daños a bienes de la obra pública contra cinco personas que están detenidas.
