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La construcción de grandes desarrollos inmobiliarios en este municipio, especialmente en Interlomas, hacen que este sea punto de migración de pobladores de todo el país, muchos de ellos indígenas, que llegan aquí para contratarse como albañiles.
Ese es el caso de Eleazar, Ezequiel, Samuel y Mauricio, quienes junto con Roque y Javier, quedaron bajo toneladas de tierra y materiales, donde los cuatro primeros perdieron la vida.
“Ellos vinieron aquí como muchos de nosotros, a buscar un trabajo para poder llevar dinero a nuestras familias”, a comunidades alejadas de los estados de Puebla, Veracruz, Michoacán e incuso de otros municipios del Estado de México, afirmó Santiago un trabajador de la construcción que conoció a los albañiles fallecidos.
Ingenieros y contratistas, llegan con camionetas especialmente los lunes por la mañana a terminales de autobuses foráneos de Observatorio y de la Tapo, donde gritan “Necesito 40 hombres” o “50 que sepan trabajar duro”; y “cómo a eso venimos, pues nos subimos y no preguntamos ni cuánto nos van a pagar”, señaló Demetrio.
Ciro Tehuatle y un grupo de cuatro jóvenes llegó a penas el lunes a la obra de la constructora Visión Siglo XXI, en la esquina de Palma Criolla y Palma Dátil, donde se registró el derrumbe que dejó atrapados a siete trabajadores, cuatro de los cuales fallecieron.
“Venimos de Veracruz, rentamos un cuarto en Palo Solo, ahora que paró la obra nos dijeron que teníamos que venir todos los días. Ni conocemos por acá, sólo habíamos trabajado dos días, en los que hicimos algo de chamba de excavación”, afirmó el joven de 19 años, quien apenas estudió la primaria.
“Allá no hay trabajo” y con el cierre de la obra “la mera verdad hoy casi no tenemos ni para comer”, tampoco saben cuándo volverán a trabajar en labores en las que esperaban recibir mil pesos a la semana. Y del seguro social todavía no hablábamos”, señalaron con desesperanza.
Al ver el derrumbe que se registró frente a sus ojos, María una mujer que cubre su rostro con una tela para no aspirar el polvo que debe barrer o que emana de los materiales que carga, señaló con tristeza que “me gustaría tener seguro social, pues, ya no sabes cuando se va a caer un muro o una viga sobre ti”.
Tras el derrumbe registrado en Interlomas, inspectores del IMSS intensificaron supervisión de obras, en donde los constructores colocaron candados, sobre los cuales personal del Instituto Mexicano de Seguro Social dejó citatorios.