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Con 80 boletos, 10 años de edad y dos de coleccionista, Emiliano es el “cazador” más joven de los tickets del Metro. Comenta que “mi papá se enteró de este grupo en 1990 y yo hace dos años. Se me hizo raro que coleccionaran los boletos”.
De las reuniones del grupo, el alumno de primaria cuenta que, en ocasiones, rifan premios como las ampliaciones enmarcadas de los boletos conmemorativos, él tiene la de Estrella Blanca. “Hace poco gané un boleto de Francia y uno de España”, agrega.
Aficionado al futbol americano, Emiliano relata que el boleto que más se le dificultó conseguir fue el del 32 aniversario del Metro, pues es de los más antiguos y cotizados por su diseño. Sus preferidos son los de Cri-Cri, Tin Tán y el del 75 aniversario de Pemex.
Sentado en la sala de su casa, el niño muestra su colección y revela la estrategia con la que se hace de los boletos. Los compra por tira, que contiene cinco cartones, uno se lo queda él, otro su papá, y los restantes los guarda para intercambios.
Su línea favorita es la 12 por que ahí se encuentra el Museo del Metro, ésta va de Mixcoac a Tláhuac y corresponde al color dorado. Sin embargo, lamenta que no se permita la compra ni venta de boletos, pues el acceso sólo es con tarjeta.
Emiliano asegura que los boletos no desaparecerán porque son parte de la historia de México. “Los viajes en Metro me transmiten emoción y alegría porque además de que no contamina no molesta como otros transportes”, finalizó.
