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Eran ocho hombres los que la noche del martes pasado entraron armados con pistolas y un marro a una tienda Elektra, ubicada en Calzada Ticomán.
Al mostrar sus armas y gritar que se trataba de un robo, las personas que estaban dentro del establecimiento se tiraron al suelo.
Los ladrones se dirigieron al área de cajas del banco, que está dentro de la misma tienda, y el hombre que llevaba al marro comenzó a golpear el cristal blindado que protege a los cajeros y el efectivo.
Lo golpeó con fuerza y en varias ocasiones. La gente asustada, se mantenía boca abajo, evitando ver las caras de los agresores.
Las cámaras de seguridad de la tienda captaron esos momentos de angustia. Un adulto mayor que caminaba con dificultad se quedó sentado en la silla en la que estaba, sólo agachando la cabeza.
Para ese momento, el cristal blindado de una de las cajas comenzaba a ceder al golpeteo, ante el temor de los cajeros que se replegaron hacia la pared.
Pero también el ruido que generó alertó a las personas que estaban en el exterior de la tienda, ubicada en calzada Ticomán, casi esquina con la calle Bandera, en la colonia Laguna Ticomán.
Mientras, adentro los ladrones apresuraban a su cómplice para derribar el vidrio, afuera alguien pidió ayuda de policías.
Cuando se escuchó el ruido de las sirenas, el boquete provocado en la ventanilla facilitó que el delincuente metiera su brazo y tomara los billetes que estaban a su alcance.
Inmediatamente después huyeron ante el temor de ser capturados. Al salir a la calle corrieron en diferentes direcciones y ninguno de ellos fue detenido por los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina.
Posteriormente, al hacer el arqueo, el encargado de la sucursal informó que los ladrones sólo habían logrado apoderarse de 2 mil pesos.
Peritos y agentes de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México llegaron al lugar para iniciar con la investigación correspondiente.