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Personas con algún tipo de discapacidad, niños, mujeres y algunos hombres aprovechan la disminución de seguridad en algunas estaciones de la Línea 2 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro para ofrecer sus productos o pedir una moneda.
De Tasqueña a Pino Suárez, los policías resguardan los vagones, pero la seguridad se pierde en las estaciones restantes para llegar a la terminal de Cuatro Caminos, lo cual aprovecha el comercio informal.
En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se observó que policías capitalinos que participan en el operativo Cero Tolerancia se suben a los vagones para evitar que los vendedores ambulantes —conocidos como toreros— puedan ofrecer sus productos a los usuarios de esta línea, pero esta supervisión sólo se realiza en 11 estaciones, de Tasqueña a Pino Suárez, pues en esta última los policías se bajan, dando paso para que los vagoneros comiencen a vender.
Los primeros vagones son los indicados para iniciar la venta, a pesar de que son exclusivos para mujeres y niños, los vendedores se las ingenian para poder ingresar. Nadie dice nada, todo se convierte en algo cotidiano y los policías hacen caso omiso a esto.
“Pues es común que los veamos, yo luego me pregunto por qué las mujeres no dicen nada, luego hay señores con niños y se ponen agresivas, pero cuando ven a un vendedor no hacen nada, bueno si, le compran”, comentó Guadalupe Cervantes, usuaria de la Línea 2 del STC Metro.
Desde cosméticos, dulces, juguetes, hasta libros y discos son los productos que se ofrecen en los trenes, en cada vagón al menos una venta se concreta, el costo promedio es de 10 pesos.
Esta diario se pudo percatar del modo de operar de los diferentes tipos de vendedores; por ejemplo, la personas con discapacidad visual normalmente cargan una bocina y venden discos o cantan alguna canción tocando un instrumento por grande que éste sea.
Pequeños fragmentos de las canciones de Juan Gabriel, de Rocío Durcal, de salsa y de rock en inglés se escuchan en los vagones del Metro, menú que la gente escucha para solicitar su disco, sin que los vendedores tengan que ofrecer los discos.
“Yo me estaría toda la vida siempre contigo, no creas mi vida, que es mentira lo que te digo...”, se escucha en el vagón e inmediatamente una mujer se acerca al vendedor para compar.
En el caso de las personas que no tienen problemas visuales van acompañados en grupos y se van cuidando para no ser sorprendidos por algún policía, cuando se cierran las puertas todos comienzan la venta de chocolates, diccionarios, entre otros.
Jorge Gaviño Ambriz, director del STC Metro informó que desde que comenzó el operativo Cero Tolerancia en 2015 a la fecha, se han realizado 56 mil 403 remisiones por venta informal.
Detalló que en 2016, 17 vagoneros fueron puestos a disposición ante el Ministerio Público, 15 de ellos fueron sujetos a proceso y dos, liberados.
“Esta acción está basada en la petición de los usuarios, que exigen terminar con la venta de discos piratas en los vagones, por ello, en agosto de 2015 decidimos implementar el programa Cero Tolerancia, con el cual se ha reducido considerablemente la actividad de los bocineros”, explicó.
Detalló que con este operativo, el 85% de los vendedores informales han sido retirados de la Línea 2 que corre de Tasqueña a Cuatro Caminos y que continuarán con las líneas 1 y 3, mismas que transportan a 50% de lo usuarios del Metro.
Asimismo, recalcó que no habrá tolerancia para nadie, ni para algunos invidentes, considerados como grupo vulnerable y quienes también torean a los policías, a pesar de qué hay 350 espacios para este sector. “El organismo mantendrá estos operativos y no permitirá el comercio informal, a ningún sector”, detalló.