Más Información
metropoli@eluniversal.com.mx
La sobrerregulación en la Ciudad de México y la falta de homologación a nivel nacional afecta el servicio que ofrecen las empresas de seguridad privada, sostuvo Roberto Rivera Mier, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada (AMESP).
“Una cosa es que me pidan mucho y otra, que a través de los diferentes estados, incluso algunos municipios, no haya coordinación respecto de qué están solicitando como requisitos, específicamente cuando hablamos de revalidación, el primer permiso o los reportes mensuales”, comentó.
En entrevista con este diario, dijo que la AMESP trabaja en diversas entidades para homologar los requisitos y las autoridades comprendan cómo está impactando.
“A pesar de que no tenemos grandes avances en la parte regulatoria, sí hay mayor comprensión de las autoridades para permitir trabajar”, dijo.
Rivera consideró esencial que luego de mucho trabajo, dentro de los acuerdos del Consejo Nacional de Seguridad Pública haya un punto sobre homologación de procesos regulatorios en materia de seguridad privada.
La homologación se haría en la operación y el funcionamiento del registro nacional de empresas, personal y equipo de seguridad privada. Para ello “elaboramos nuestra propuesta de reforma al marco jurídico, precisamente para armonizar los procesos regulatorios a nivel nacional y establecer las bases de coordinación para un registro único de las empresas, el personal y su equipo de seguridad”, precisó Rivera.
Esto va de la mano de las acciones de verificación y certificación de todo el personal, “ahora sigue que se rectifique y se tengan avances, esperamos que seamos incluidos en las mesas de análisis para armonizar estas reformas al marco jurídico”, agregó.
En caso de que se concrete la homologación, la ley que regula a las empresas de seguridad privada en la capital del país podría cambiar. Entre los ajustes estaría el tema del balizamiento. “Todo el personal operativo que está registrado debidamente cuenta con algo que se llama Clave Única de Identificación Policial, esto quiere decir que se cuenta con los datos de quienes trabajan en una empresa de seguridad privada, pero el enfoque del gobierno de la ciudad es más hacia el vehículo y no hacia la persona”, indicó.
En su opinión, hay otras formas de identificación como los códigos QR, “a través de los cuales la autoridad puede tener la información necesaria respecto del vehículo, no se necesita tener la leyenda de seguridad privada a lo largo y ancho del vehículo”.
La importancia de modificar esto es que las personas que solicitan un servicio de seguridad privada buscan no ser detectadas y con lo dispuesto se llama la atención, complementó.
Debido a que 80% del servicio de escoltas lo prestan las policías complementarias, como la Bancaria e Industrial, ese tema no perjudica a la AMESP. Aunque un porcentaje mínimo de empresas que integran la asociación dan el servicio de escoltas, todas las empresas ya cumplieron lo dispuesto.