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El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, celebró la investigación que hizo la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) en torno al deceso del gorila Bantú en 2016, en la que la entidad federal descartó cualquier acto de negligencia durante el traslado del ejemplar al Zoológico de Guadalajara para un intento de apareamiento.
En entrevista, el mandatario capitalino destacó que la investigación se hizo a fondo, y celebró que haya coincidió con los resultados que presentó el panel de expertos en agosto del año anterior, sobre que las dosis de anestesia aplicadas a Bantú fueron las correctas.
“Así como se ve me parece que hicieron un estudio a fondo las autoridades de Profepa y nosotros estamos simplemente atentos.
“Qué bueno que se llegó a esta conclusión en el mismo sentido y con la misma sintonía de lo que estaban comentando otros expertos internacionales”, externó el mandatario local.
Sobre la rehabilitación de los zoológicos de la Ciudad de México, Mancera Espinosa recordó que el año anterior se invirtieron 90 millones de pesos, no obstante, dijo será “permanente y bueno”.
“La rehabilitación de los zoológicos es un trabajo largo, como les dije, hay un capital que se inició con 90 millones, pero es un proceso que llevará su tiempo, una transformación importante que tendrá la Ciudad de México, eso será permanente y bueno”.
Sobre si se invertirá más presupuesto en esos recintos, el mandatario capitalino dijo que dependerá del funcionamiento del Fideicomiso de Zoológicos que comenzó a operar hace más de un año.
Se trató de la culminación de un procedimiento a todas luces perverso por donde se analice.
Reacciones en contra. Para la ex directora del Zoológico de Chapultepec, Marielena Hoyo, la resolución de la Profepa sobre el caso de la muerte de Bantú, “sin duda fue un acuerdo político”.
“Para empezar, resulta improcedente que, reconociendo no contar con pruebas concluyentes, la Profepa se haya pronunciado como lo hizo, prácticamente exonerando a los investigados, (…). Un caso más de corrupción e impunidad en el que de nueva cuenta salieron perdiendo los animales”, dijo.
Abundó que si no había pruebas concluyentes, la dependencia federal debió abstenerse de decir algo.
Insistió en que no hubo un manejo correcto durante el proceso de anestesia, pues no se realizaron exámenes médicos previos que eran obligados para realizar el traslado.
“Hasta un perro que es sometido a un manejo que desconoce, sufre estrés, tensión, máxime un gran primate”.
“Nunca se sabe lo que el estrés y la tensión van a producir en un organismo”, concluyó.
