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Tras casi siete meses de investigación, la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) determinó que no hubo responsabilidad de la Secretaría de Medio Ambiente en la muerte del gorila Bantú que falleció cuando iba a ser trasladado al Zoológico de Guadalajara, en julio pasado.

Mediante un comunicado de prensa, la Profepa informó que después de analizar las evidencias recabadas, no pudo determinar que el manejo aplicado durante el traslado del gorila de Tierras Bajas haya provocado una situación de tensión y, por consiguiente, la muerte del ejemplar. “Por lo anterior, la Profepa resolvió que no existe evidencia concluyente para determinar la responsabilidad administrativa de las autoridades inspeccionadas”.

La muerte del gorila Bantú ocurrió la noche del miércoles 6 de julio de 2016, cuando autoridades del Zoológico de Chapultepec aplicaron dos dosis de anestesia al ejemplar para trasladarlo a Guadalajara como parte de un programa de reproducción.

El animal presentó un paro cardiorrespiratorio y la muerte se registró a las 21:00 horas de ese día.

Dos días después, la Profepa dio a conocer que iniciaría una investigación por un posible caso de negligencia médica durante el proceso de contención de Bantú; al tiempo, la Secretaría de Medio Ambiente local, a cargo de Tanya Müller, cesó a Arturo Rivera Rebolledo, quien fungía como director General de Zoológicos y Vida Silvestre.

Organizaciones a favor de los derechos de los animales solicitaron la renovación del Zoológico de Chapultepec, entablaron mesas de trabajo con la titular de Medio Ambiente, Tanya Müller, y diputados locales para iniciar la transformación de ese sitio, que a la fecha no se ha concretado.

La dependencia recordó que en 2016 se invirtieron 90 millones de pesos para rehabilitar diversas áreas de los zoológicos de Chapultepec y Aragón, como los dormitorios de los animales.

Dos meses después, la Secretaría de Medio Ambiente dio a conocer que luego de consultar diversas opiniones de expertos en gorilas y analizar la muerte de Bantú se determinó que el animal tenía un problema en el corazón desde su nacimiento, pues el tamaño del órgano era anormal en peso y circunferencia. Descartaron la posibilidad de una sobredosis de anestesia.

Imponen sanciones. La Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) impuso diversas sanciones administrativas al Zoológico de Chapultepec, entre las que incluye una multa por 255 mil 640 pesos debido a incumplimientos en su plan de manejo, así como a disposiciones normativas sobre el manejo de mamíferos marinos al no presentar bitácoras de alimentación, veterinaria y calidad del agua.

También se reportó en el área de necropsias y laboratorio la falta de higiene; un número significativo de los medicamentos que estaban caducos; así como el área de almacén y preparación de alimentos presentaba una gran cantidad de excretas de roedores.

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