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Mientras el diputado federal y constituyente del PRI César Camacho Quiroz presentó un par de denuncias en contra de Arne aus den Ruthen y de quien resulte responsable por lanzarle jitomates, este último acudió a un Juzgado Cívico a entregarse y confesar que agredió al legislador.
El miércoles pasado, un grupo de personas encabezadas por Aus den Ruthen lanzó jitomates podridos al ex dirigente nacional del tricolor como reclamo y para exigirle que devuelva el “bono navideño” que se asignaron los diputados federales.
Camacho dijo que la agresión fue “cobarde y cínica” y replicó que no es un bono sino una “asignación extraordinaria” que en su caso donó a una asociación civil dedicada a cuidar familias de presos en el Estado de México.
Además, el príista acudió la noche del miércoles pasado, día de la agresión, a presentar dos querellas, una en la Fiscalía Desconcentrada en Cuauhtémoc (CUH/2), de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, así como en la Procuraduría General de la República (PGR), por tratarse de agresión a un legislador federal.
La procuraduría capitalina recibió la querella con número de expediente CIFCH/CHU-2/UI-2S/D/291/01-2017 y abrió la carpeta de investigación correspondiente, según informó el equipo del ex dirigente nacional del PRI.
Fuentes de la procuraduría capitalina informaron que la agresión con jitomates no es un delito, pero la PGR atraería la queja, debido al cargo de diputado federal y a que el legislador señaló que también recibió amenazas, lo cual sí es una conducta ilícita.
Acude Arne a Juez Cívico. Arne acudió al Juzgado Cívico Cuauhtémoc 2 a confesar que arrojó jitomates a Camacho Quiroz al entrar al Palacio de Minería, como protesta para exigirle que devuelva un “bono navideño” que se asignaron en la Cámara de Diputados.
Insistió en que sólo cometió una falta administrativa por vejar al diputado y eso amerita una multa de 800 pesos.
A través de Periscope, mostró una papeleta que emitió el Juzgado con su testimonio, en la cual añade que está dispuesto a acudir a las autoridades correspondientes en el momento en que se le requiera; dijo que no fue una “agresión cobarde” y es por ello que acudió a las autoridades.
En su cuenta de Twitter, el ex city manager insistió a Camacho Quiroz que devuelva el “bono” y él ofrecerá una disculpa, pagará la tintorería para lavar el traje del legislador y se dedicará a lanzar jitomates a los diputados del PAN que no hayan devuelto la asignación de 150 mil pesos.
En tanto, a un día de los hechos, los diputados constituyentes llegaron al Palacio de Minería sin mayor seguridad adicional y tampoco se vio mayor vigilancia en el recinto.
Paz Quiñones, diputada federal y constituyente del PRI, dijo que sí hubo ofrecimiento de las autoridades del Palacio de Minería a la Mesa Directiva para incrementar la vigilancia pero los diputados la rechazaron al confiar en que fue un hecho aislado.
Sobre el bono, la diputada federal y constituyente del tricolor, Gloria Hernández dijo que no aceptó ese dinero por la molestia de la ciudadanía.
Aseguró que no era un bono sino “un recurso que tradicionalmente se da para que los diputados cumplan con obligaciones que tienen con el personal que trabaja con ellos en el mes de diciembre, como un pago de fin de año”, o que se destina para brindar a la población juguetes, o cobijas.
