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diana.fuentes@eluniversal.com.mx
Será tarea del próximo Congreso local —hoy Asamblea Legislativa— prohibir las corridas de toros en la Ciudad a través de las leyes secundarias.
Así lo confirmó José Luis Carranza, presidente y fundador del Frente Pro Derecho Animal (Frecda), quien aseguró que lo único que se tendrá que estipular en la Constitución de la capital del país es la protección de animales en espectáculos.
En entrevista, el defensor de los animales de compañía lamentó que todos los partidos políticos determinaran que este tema controvertido y donde se ven involucrados intereses, tenga que esperar por lo menos dos años para concretarse.
“Es un problema de políticos del pasado que tienen preferencias taurinas y que se rehúsan a que las corridas terminen en la Ciudad”, dijo.
Precisó que en cada fuerza política hay un político taurino y que esta misma gente es la que opone resistencia para que desde la Carta Magna local se prohíba este acto.
Carranza consideró como un avance que en la capital la fiesta brava no se declarara Patrimonio Cultural.
El enero los constituyentes deberán abordar el tema de la protección y salvaguarda de los animales al aprobar el artículo 18 que reconoce a los animales como “seres sintientes”.
La diputada constituyente del PRD, Elena Chávez, ha dicho que se trata de seres vivos que tienen capacidad de sentir y de sufrir.
Incluso, recordó que durante la Declaración de Cambridge sobre la Conciencia en 2012 se llegó a la conclusión de que la mayoría de animales no humanos posee sustratos neurológicos que generan la conciencia.
Llamó a los constituyentes a dar el paso en la evolución social y jurídica al reconocer a los animales no humanos como seres sintientes y de aceptar como una obligación impostergable, proteger y garantizar su respeto.
Además insistió en la necesidad de fomentar programas, talleres y que desde la educación que se imparte en la Ciudad se fomente una cultura de protección a la fauna.
A nivel internacional, la prohibición de las corridas de toros comenzó en 1991 en las Islas Canarias y, posteriormente en 2010 la comunicad Autónoma de Cataluña, en España, suprimieron las corridas.
Desde entonces, 71 ciudades se han declarado anti taurinas, en tanto que en Portugal, por ejemplo, se ha dado una variante a ese tipo de espectáculos, al establecer que en las corridas no se puede matar al animal.
