Varios intentos se han hecho para contar con un espacio que resguarde los archivos fílmicos de México, y próximamente, gracias a la donación en vida del documentalista Demetrio Bilbatúa será posible, pues en enero de 2017 será inaugurado el primer Museo de Cine Mexicano en la Ciudad de México.
Situado en el sur de la capital, el espacio cobijará más de mil documentales de los últimos 60 años, muchos de los cuales fueron filmados en 35 milímetros, así como cámaras antiguas, dollies, moviolas, carteles y objetos de las películas de la llamada Época de Oro del cine mexicano.
Aunque el cineasta afirma que recibió ofertas de compra de empresarios, “opté por donársela al pueblo de México por el cobijo que me dio desde que llegué exiliado de España, tras el fusilamiento de mi padre. Y es obra tanto de mi hermano Ángel como mía.
“El país me abrió sus puertas y me da mucho orgullo poder ofrecer esta Cineteca con más de mil documentales en 35 milímetros, que dan cuenta del acontecer de la segunda mitad del siglo XX, dijo a Notimex.
Entre ellos destaca la visita de John F. Kennedy y su esposa a México en 1962, el Mundial de 1970 y el terremoto de 1985, uno de los episodios más dramáticos que he logrado filmar, entre otros hechos”, agregó el cineasta español naturalizado mexicano.
Amante de la cultura mexicana, cuya historia también ha captado a través de la cámara, Demetrio Bilbatúa aseguró que entre las características de su filmografía destaca el tratamiento creativo de la realidad.
“El arte para mí es transformar tiempo y espacio”, enfatizó con gran emoción.
Entre anécdotas sobre cómo se inició y desarrolló dentro del cine documental y el comercial, expresó: “La verdad el cine comercial me daba muy buen dinero, pero logré combinar ambas y me siento satisfecho”.
Por ahora no ha podido digitalizar todo su acervo, ya que los altos costos no lo han permitido, pero manifestó su satisfacción porque las cámaras que el público podrá apreciar a partir del 17 de enero en el Museo del Cine Mexicano están en perfecto estado.
Incluso, a manera de broma, señaló: Apuesto lo que quieran a que la calidad es más óptima de las que hoy en día ofrecen las digitales. “Esta Cineteca cuenta con todo el equipamiento para la preservación del archivo y también de los objetos”, anotó.
El director de New Art Digital, empresa de postproducción, aseguró que la tecnología ha avanzado a pasos agigantados y que encuentra en ella muchas más facilidades para filmar, pues antes filmar desde un helicóptero era costoso y arriesgado, mientras que hoy en día la toma se soluciona con un “dron”.
Sobre la importancia de reunir la obra fílmica de Demetrio Bilbatúa, Francisco Maciel, director del Museo del Cine Mexicano, sostuvo que se trata de un acervo que reúne parte importante de la historia del séptimo arte nacional.
“La idea de fundar este museo surgió en 2011 con el objetivo de difundir el acervo fílmico nacional y reunir el acervo de los hermanos Bilbatúa ha sido un gran logro porque tiene que ver con el desarrollo de México prácticamente de seis décadas”, refirió.
De acuerdo con Maciel, esta será la primera sede de varias que se han planteado tener no sólo en la capital sino también en algunas entidades de la República, a fin de hacer más accesible los materiales tanto para investigadores, estudiantes, cinéfilos y público en general.
“El acervo del Museo del Cine va de 1895, época en la que llega el kinetoscopio (proyector cinematográfico) a México, hasta la fecha actual. Incluso tenemos entrevistas con personalidades de la historia del cine nacional, muchas de ellas de la Época de Oro”, refirió.
Desde su fundación, Maciel y sus socios se han involucrado no sólo en la recuperación de los archivos en las cinetecas del extranjero sino también en las filmaciones actuales, pues la idea es continuar con el resguardo y la evolución del cine nacional.
Tras mencionar que trabajan con los protocolos internacionales de conservación, Francisco Maciel, fiel amante del cine nacional, compartió que entre el acervo que próximamente podrán a disposición del público se encuentran archivos iconográficos, fotografías, carteles, libretos y vestuarios utilizados en las filmaciones.
Para el también coleccionista, más allá del valor económico que pueda tener el acervo, lo más importante es el valor histórico y popular que tiene, como es el caso del banco de trabajo de Pepe “El Toro”, que para el imaginario colectivo es invaluable.
En el Museo del Cine Mexicano los visitantes podrán apreciar las latas que contienen el acervo fílmico, conservado bajo un clima especial y con la más alta tecnología.
Además, los visitantes disfrutarán de los materiales fílmicos digitalizados en una moderna sala de proyección.
anl