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Después de tres meses del análisis y discusión en comisiones del proyecto de Constitución del jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, ayer la Asamblea Constituyente sesionó por primera vez rumbo a la aprobación de la Carta Magna local.
Desde la antigua casona de Xicoténcatl, y con la asistencia de 84 de 100 diputados constituyentes, se dio la primera discusión del primer artículo relativo a la naturaleza jurídica de la capital del país.
Con 74 votos a favor, 18 en contra y una abstención, los constituyentes determinaron que la Ciudad de México quedará definida como una entidad federativa autónoma y como el asiento de los poderes federales, con características pluriculturales, plurilingüísticas, con un gobierno republicano y democrático.
Con el rechazo de los diputados de Morena, quienes lamentaron no fuera incluido el concepto de soberanía dentro del artículo uno, el PRI, en voz de Enrique Jackson, argumentó que la Carta Magna tendrá como eje central y principio supremo la dignidad humana y la defensa al Estado democrático y social, en donde se promueve la cultura de la paz y la no violencia.
Morena reclamó e incluso votó en contra. Bernardo Bátiz dijo que dejar de lado y conformarse con el calificativo autónoma es preocupante.
Ante el pleno de la Constituyente, donde ninguna fuerza política se quedó fuera de ser representada, el diputado Eduardo Escobedo, designado por el Ejecutivo federal, aprovechó para hacer un recuento de la historia de esta capital como centro de la política y el ejercicio del poder federal.
“Los últimos 30 años han sido de gran avance democrático, hay que reconocer a personajes de todas las corrientes ideológicas que participaron, en diversos momentos y desde diversas posiciones políticas, en las transformaciones que hoy dan cumplimiento a la reforma del artículo 122 constitucional que marca el inicio de la reforma política de lo que fue el Distrito Federal y esta Constitución que hoy se debate es la llave que cierra la puerta de una larga historia política en la Ciudad de México”, puntualizó.
Hubo modificaciones a la redacción original del proyecto del mandatario local. Por ejemplo, en el artículo 2 de la Constitución Política local quedó establecido que todas las comunidades podrán encontrar albergue en la capital, reconociéndose como una Ciudad generosa con quienes pidan asilo político y, además, con comunidades extranjeras.
También, desde el Pleno de la Asamblea predominó el rechazó a la propuesta de redacción al artículo tercero que se presentó en el pleno en el sentido de que “se prohíba y sancione toda práctica que condicione en favor de grupos sociales, colectivos u organizaciones la prestación o gestión de servicios públicos de programas sociales, así como la creación e implementación de programas sociales en tiempo electoral”.
Esta situación generó molestia en los diputados de Acción Nacional. Mariana Gómez del Campo subió a tribuna para aclarar que en ningún momento este partido político busca la desaparición de los programas sociales.
Dolores Padierna, coordinadora del PRD, respondió y aclaró que no se puede decir que queda prohibida la creación de programas sociales “porque hay quien considera clientelismo a la política social, no hay que confundir una cosa con la otra”, advirtió la perredista.
